Junto al conductor del movimiento, Juan Carlos Viscellino, Darío Díaz Pérez resaltó la “condición humana para dirigir y contener escuchando y brindando soluciones a los compañeros que tanto en lo familiar o lo político tenían problemas”.
“Esta fiesta de todos nosotros es también para homenajear a los compañeros que estamos en la calle. Tomemos como lo que debe ser una verdadera fiesta con la alegría de contar con la presencia de nuestro compañero Darío Díaz Pérez con el que vamos a estar siempre”, manifestó Viscellino.
Al ritmo del grupo Los Comechingones y de Calipso, se destacó a la militancia histórica por su larga trayectoria dentro del movimiento y el trabajo cotidiano.
“No tenemos que ser desagradecidos con los que nos devolvieron las esperanzas como Nación libre justa y soberana”, sostuvo Díaz Pérez y, tras convocar a “desenmascarar a los enemigos que traicionaron y traicionan el proyecto nacional y popular poniendo cotidianamente palos en la rueda”, expresó que “cuando la patria está en juego, ser peronista es una obligación”. “Ser ultrakirchnerista es también ser ultraperonista”, enfatizó el jefe comunal.
También recordó que el proceso que viene es “para corajudos” ya que el enemigo no tolera que le “hayamos sacado dinero para repartir en justicia social”. También convocó a la militancia a “tomar como decía el general Perón el bastón de mariscal y hablar barrio por barrio con la gente, porque el enemigo trabaja constantemente con mentiras para desanimarnos y que nos vaya mal. Nosotros tenemos la obligación de profundizar este modelo”.
“No negocio con ladrones ni con los que se corrieron de esta estructura que son traidores a la causa de Perón. Sabemos muy bien quien es quien en Lanús”, disparó Díaz Pérez y propuso no bajar los brazos, defender a Cristina y seguir acompañando su gestión que enfrentó a la vieja política recordando a “esta verdadera militancia”.
La dirigencia en ojotas calienta motores. El parador rebautizado en honor a Milei, Massa y Momo. Ritondo, Recalde, Wado, Pullaro y más abonados al reunionismo.