A dos días de que se confirmara que las elecciones en la Ciudad de Buenos Aires irán desdobladas de las nacionales, el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, le comunicó a sus asesores más cercanos que no quiere a Gabriela Michetti como su reemplazante y que ese lugar está reservado para Horacio Rodríguez Larreta.
Dos reuniones de la mesa chica del PRO bastaron para que el jefe de Gobierno elija a Rodríguez Larreta y le negara la candidatura a Michetti, pese a que la senadora manifestó reiteradamente que su deseo máximo es sucederlo en el sillón de Bolívar 1.
El martes por la tarde y este miércoles por la mañana Macri mantuvo encuentros con sus asesores más estrechos. Junto al ecuatoriano Jaime Durán Barba, al secretario de Gobierno, Marcos Peña, y al propio Horacio Rodríguez Larreta, el ex presidente de Boca decidió esta mañana que no quiere que Michetti juegue en la Ciudad y manifestó que le ofrecerá ser su vicepresidenta.
El argumento que se planteó en estas reuniones es que si el PRO va a internas en la Ciudad “se podría dañar la candidatura de Mauricio”. Concretamente, el macrismo entiende que es “una desprolijidad” presentar varios candidatos en las PASO, que puede ponerlos en crisis y debilitarlos.
Desde que llegó al poder porteño en 2007, el PRO siempre intentó mostrarse como un espacio político unido, sin fisuras y con vocación de trabajar en equipo. Si sus candidatos a jefe de Gobierno van a internas-creen en el macrismo- puede llegar a romperse esa imagen que le entregan al electorado porteño desde hace siete años.
Máxime cuando los que se enfrentan son dirigentes de peso que, además, no tiene una relación muy fluida ni cercana.
La determinación de Macri ya está siendo comunicada a los funcionarios de primera línea del Gobierno porteño para que comprendan que el “el PRO no está en condiciones de mostrar fisuras”.
La idea del círculo íntimo del jefe de Gobierno es “mostrar gestión”. Entre otras cosas, por eso se explica la bendición a Rodríguez Larreta, el jefe de Gabinete de la Ciudad, mano derecha de Macri y el hombre que conduce y controla a la mayoría de los ministros porteños.
De hecho, desde que se promocionaron como los dos candidatos del PRO a la Ciudad, siempre se habló de la capacidad de gestión y el apoyo ministerial que ostenta Rodríguez Larreta y la “falta de equipo” de Michetti.
Por otra parte, desde que Macri informó que las elecciones porteñas serán desdobladas de las nacionales, la senadora nacional está aislada y sus asesores salieron a comunicar incansablemente que “tomará la decisión junto con Mauricio”. No sólo que el jefe de Gobierno ya se decidió por Larreta sino que hace 48 horas que no habla con Michetti.
Según trascendió, si la senadora insistía con ser candidata a jefa de Gobierno y en enfrentar en internas a Larreta, el círculo íntimo se uniría para aislarla y, entre otras cosas, no habilitarle fondos para la campaña.
La decisión está tomada. Ahora resta ver cómo seguirá la cuestión: si Michetti acepta ser la vicepresidenta de Macri o si prioriza su banca en el Senado de la Nación.
No obstante, se prevé que la reacción de Michetti no será el silencio. Como prueba de esto, luego de que se conociera que los comicios porteños serían desdoblados, reunió a sus colaboradores el lunes y les comunicó que seguiría con su afán de ser la sucesora de Macri en la Ciudad.
Por otra parte, fuentes del PRO comentaron a este medio que el senador Diego Santilli se bajaría de la pelea por la Jefatura de Gobierno mientras que el vicepresidente 1° de la Legislatura porteña, Cristian Ritondo, persistiría con su intención de ir a internas.