Los vecinos de esas localidades señalan, en el documento, no solo el aumento de la cantidad de casos, sino que además expresan su preocupación por lo que describen como el “elevado umbral de violencia que conllevan estos delitos desde hace ya largo tiempo”, pero que se profundizó “en los últimos meses”.
“Innumerables hechos remiten a torturas, malos tratos, privación de la libertad, toma de rehenes, robos a mano armada, atentados a la propiedad, casas vaciadas aún con servicios de alarmas monitoreadas, hurtos de materiales, herramientas e instalaciones en obras en construcción, robos de autos, cuatriciclos y motos, amenazas telefónicas”, dice el petitorio.
El documento dice que “los vecinos, habiendo elegido estas localidades para vivir e invertir, en razón de su tranquilidad y su belleza natural, no estamos dispuestos a tolerar la posibilidad que esta zona sea liberada en beneficio del delito”.