Mientras Luís D´Elía hablaba a través de twitter de sabotaje, y el delegado de la Línea Sarmiento, Rubén “Pollo” Sobrero lo describía como un “hijo de puta” por arrojar esa idea, la Justicia comenzó a investigar los hechos, que marcan un capítulo más en la historia negra del ferrocarril argentino.
El encargado de presentar pruebas sobre el hecho, el titular de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT), Ariel Franetovich, presentó pruebas, según publica el diario Página 12, que probaría “el normal funcionamiento” de los frenos del tren Chapa 1, que chocó a la formación que estaba estacionada.
Como se explica en el artículo, Franetovich planteó que “la formación accidentada (el tren Chapa 1) había pasado una revisión general y hoy (por ayer) presentamos ante la Justicia los testimonios de distintos maquinistas que probaron esa formación durante la semana pasada, antes de que entrara en servicio”. Sobre este tema, en el juzgado pertinente, se reflejó ante la prensa tres fotografías con epígrafes.
En relación al cuestionado sistema de señales, aseguró que “funcionan bien, por eso el tren embestido estaba detenido, porque las había visto. La primera estaba en naranja, que significa precaución; la segunda estaba apagada, por lo que el conductor debía frenar; y las últimas dos estaban en rojo advirtiendo el peligro inminente y que era obligatorio frenar”.
Por último, remarcó que van “respetar todas las hipótesis”, aunque hizo hincapié en que es una “situación diferente” a la tragedia de Once y dijo: “no creemos que haya habido una falla del material”, admitió Franetovich.