“Estamos hablando con todos, siempre buscando el foco en el futuro y no en contra de la Presidenta. Nos motiva construir una Argentina distinta”, indicó Macri y recordó que “en 2009 propusimos con Unión Pro un proyecto que continuara en 2011 y después de las legislativas se rompió”.
En conversación con La Nueva Provincia, la cara visible del PRO, señaló que su armado con Felipe Solá y Francisco De Narváez en 2009 “fue muy traumático” y planteó que ahora busca “no volver a defraudar a la gente”.
“Tengo una gran responsabilidad ante la gente y quiero estar seguro de que lo que hagamos tenga proyección en 2015. No quiero volver a participar de algo que defraude al votante”, advirtió.
En ese marco, dijo que desde el PRO “mientras avanzamos con lo nuestro, una mezcla de dirigentes de la política y gente nueva, veremos si podemos ampliar el frente, aunque con la única condición de no volver a defraudar a la gente”.
Además, sostuvo que “uno de los desafíos que tiene la dirigencia argentina es entender que sin mejor política no hay mejor sociedad ni mejor futuro y que hay que meterse en política participar activamente”.
Según Macri, el PRO “es un espacio de gente sana, que salió de la comodidad del lugar en que estaba, que tiene algo para perder y no todo para ganar y que lo hace porque tiene miedo, pero no del gobierno y sus amenazas, sino de que nuestros hijos no tengan un futuro mejor”.
El pasado viernes, el jefe de Gobierno porteño y el intendente de San Isidro, Gustavo Posse, recorrieron las localidades bonaerenses de Bahía Blanca y Tres Arroyos, junto al economista Carlos Melconián.
Desde Bahía Blanca, Macri insistió en la necesidad de motorizar un cambio y animarse a votar por una propuesta alternativa.