La provincia de Buenos Aires ha aumentado sustancialmente el porcentaje que distribuye a los municipios. Asimismo, la Provincia reparte la recaudación en forma automática, siguiendo parámetros objetivos como la población, extensión de cada partido, las personas con necesidades básicas insatisfechas, o las prestaciones para atender a la salud en cada municipio.
Debe remarcarse que la Nación continúa centralizando recursos (de repartir el 54% del total recaudado a las provincias en 1988 entrega ahora sólo el 27%) y Buenos Aires pierde peso en la coparticipación de recursos federales (del 20,24% del total recaudado que se remitió a nuestra provincia en 2007, se disminuyó al 19% en la actualidad). A su vez, durante el gobierno de Daniel Scioli se llevaron adelante reformas tributarias que, por un lado, lograron que la recaudación de recursos provinciales en términos de PBI pase del 4,2% al 5,9% y, por el otro, que la coparticipación de los municipios en estos recursos aumente de 17,9% en 2007 a 20,4% en 2012. En ese periodo, la distribución subió un 260%, mucho más que la inflación medida bajo cualquier parámetro: el reparto de la Provincia entre los municipios creció en ese período más de 9.000 millones de pesos.
Ahora bien, esta situación no es el fruto de la providencia, sino que refleja el impulso que el gobierno provincial viene llevando adelante para trasladar a la práctica la política de fortalecimiento económico de los municipios. Los análisis que se vieron estos días no tuvieron en cuenta estos datos que demuestran que, aún en las situaciones más críticas, el Gobernador ha privilegiado su política de descentralización de recursos hacia los municipios.
Por ejemplo, en 2008 se crearon el Fondo para el Fortalecimiento de Recursos Municipales y el Fondo Municipal de Inclusión Social, que distribuyeron 1.475 millones de pesos; la reinstalación en 2011 del Impuesto a la Transmisión Gratuita de Bienes, derogado por la dictadura en 1976, del cual los municipios coparticipan del 20%; el revalúo de la tierra rural de 2012 que, acompañado por la descentralización del impuesto automotor y el incremento en la alícuota de ingresos brutos a sectores concentrados, permitieron que los municipios participen con el 38% de lo recaudado, es decir 1.030 millones de pesos.
Por último, conforme con lo dispuesto por la ley impositiva de 2013, los municipios recibirán el 19% de los nuevos recursos generados. Además, si se tiene en cuenta que Buenos Aires fue la única provincia que cedió a los municipios la afectación nacional por financiamiento educativo (unos $1.128 millones), esta proporción se eleva al 41% de los nuevos recursos presupuestados, es decir $2.054 millones de pesos.
Criticar al gobierno de la Provincia pasando por alto no sólo estos parámetros sino la grave situación en que se pone a la Provincia por la inequitativa distribución efectuada por el modelo de coparticipación nacional, el congelamiento del llamado Fondo del Conurbano bonaerense, y la falta de fondos adicionales, es por lo menos sesgar injustamente la mirada, sin destacar el gran esfuerzo de la gestión del gobernador Scioli para hacer crecer a los municipios a pesar de estas limitaciones estructurales que padece nuestra provincia.
(*) Diputado Provincial por el Frente Para la Victoria.