Luego de que la Unidad Popular de Víctor de Gennaro planteara en varias oportunidades que no quieren a la Unión Cívica Radical con ellos, las puertas del FAP comienzan a abrirse para algunos y cerrarse para otros. Sin ánimos de ruptura, y con la convicción de unidad para llegar con fuerza a las primarias y a octubre, con la mira puesta en 2015, el GEN presenta a sus candidatos en la capital bonaerense, mientras las negociaciones continúan.
“Mostramos nuestra lista con los candidatos a diputados y concejales, entendiendo que el GEN es una de las patas más importantes dentro del FAP. En la ciudad, venimos trabajando desde hace tiempo, estamos en una buena posición como frente y tenemos confianza”, le dijo a Letra P el titular del bloque del Frente Amplio Progresista en el Concejo Deliberante, y el referente que impulsa el GEN en la lista local, Gastón Crespo.
Las palabras del edil tienen directa relación a lo que se decidió hace una semana, en un plenario provincial, donde el GEN resolvió que se continúe en el crecimiento del Frente Amplio Progresista, explorando la posibilidad de que otros partidos con similares líneas de pensamiento trabaje en el armado político. Ese impulso, que no cae muy bien en algunos, les deja la puerta abierta al radicalismo (el disparador de los problemas), el MST, la Coalición Cívica y Proyecto Sur.
“Nuestra expectativa es tratar de juntar la mayor cantidad de volumen electoral porque nos seduce presentar a la ciudadanía una opción fuerte de centro izquierda, que se ubique a disputarle el poder al Gobierno y al sector del PJ disidente. Vamos pensando en lo que viene, y tenemos la actitud de engrosar el armado, no es fácil, pero tenemos la idea de conservar la unidad del FAP, y en esa línea somos optimistas”, planteó el dirigente de la Asociación de Personal Legislativo (APL), Juan Cocino quien busca ser el primer hombre de las listas a diputados.
Pero a pesar de éste deseo, el panorama, favorable en la posibilidad de un acuerdo final, tiene al radicalismo como protagonista, la fuerza que genera resquemores, aunque todo podría acomodarse con el diálogo, que es la base de lo construido hasta hoy. Pero el armado no parece cerrar en algunos de los ámbitos.
“El diálogo es fundamental para sobrellevar la situación, aunque es complejo, pero tenemos que discutir para concordar entre todos, y el que no lo haga va a quedar afuera de esto”. Así queda el cuadro, que empieza a definirse, donde algunos, que manifiestan rechazo, parecen perder terreno a pesar de que la palabra “unidad” es la más elegida en la fuerza, que hoy tiene un punto de tensión a definir.
