A todo ese combo de la “Provincia real” hay que agregarle la reiteración de asaltos violentos en grandes ciudades como en La Plata y Bahía Blanca, entre otras.
Es que también existe una “provincia virtual”, donde el equipo comunicacional del gobernador procura disimular los problemas de gestión ante la falta de voluntad de la Casa Rosada por asistir al Estado bonaerense con fondos financieros.
Desde el entorno cercano a Scioli, admiten que las finanzas están fuertemente condicionadas por los fondos que el gobierno nacional no le envía en concepto de coparticipación, por lo que, sin un refuerzo de la Casa Rosada, será muy difícil elevar la oferta a docentes y demás empleados públicos. Definitivamente, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner sigue sin dar señales para contribuir a destrabar la crisis salarial de la Provincia.
De todos modos, aseguran las proyecciones en materia de recaudación, además de los giros por “obligación” de coparticipación federal que viene concretando la Nación a la Provincia, Scioli tendría garantizados los pagos de salarios y el medio aguinaldo de junio a estatales.
La sensación de expresión de deseos como fórmula es una de las claves, además de la necesidad de aumentar los “recursos propios” de la tesorería bonaerense a través de la estrategia de cazar morosos, como parte de una serie de acciones impulsadas por el titular de la Agencia de Recaudación (ARBA), Martín Di Bella, a comienzos de este año, orientadas a combatir el incumplimiento en Ingresos Brutos y atacar puntualmente la evasión y la morosidad fiscal.
Scioli arrancó la semana participando junto a la primera plana de la Unión Industrial Argentina (UIA), incluidos su presidente, José Ignacio De Mendiguren, y su próximo sucesor, Héctor Méndez, de una jornada en la que se analizó el vínculo bilateral entre la Argentina y Brasil desde la perspectiva de la Provincia. Durante el encuentro, que fue organizado por el bahiense ministro de la Producción, Cristian Breitenstein, el industrial De Mendiguren reiteró sus dudas sobre el blanqueo de capitales que impulsa el equipo económico de Cristina Fernández.
A esta altura, el gobernador parece conformarse con ser un actor de reparto dentro del oficialista Frente para la Victoria-PJ, pese a tratarse de un año electoral por la renovación legislativa de octubre. El sciolismo puro tampoco demuestra demasiado interés ahora por reclamar lugares en el armado de las boletas legislativas, pese a la necesidad de mantener y hasta fortalecer la gobernabilidad de Scioli.
Fiel a su estilo, Scioli tendría decidido seguir mostrándose alineado a la presidenta Cristina de Kirchner, pero sin que eso le implique participar activamente en el proceso de renovación parlamentaria. Imaginan para octubre un escenario electoral polarizado entre dos rutas: el kirchnerismo ortodoxo y aquellas expresiones políticas refractarias al gobierno nacional.
“Nosotros –dicen los sciolistas– tenemos que transitar por una zona gris o por el medio, para evitar que Daniel tenga que dar definiciones políticas de alto impacto mediático”. A modo de ejemplo, esa “estrategia” le permitiría al gobernador eludir responder sobre la controvertida reforma del Consejo de la Magistratura –uno de los puntos más resistidos del paquete de cambios en la Reforma Judicial–, inflación, denuncias por presuntas maniobras de corrupción en el gobierno nacional o el blanqueo de capitales presentado por el quinteto de funcionarios a cargo de la economía argentina.
El resultado electoral de octubre es en definitiva, para Scioli, la epidermis de su problema político. Un análisis más profundo permite advertir que el gobernador dejó de ser una figura resistente a los bombardeos “manipulados” desde las antagónicas patrullas ideológicas del kirchnerismo “salvaje”. La pérdida de imagen positiva en algunas encuestas de opinión pública es el fiel reflejo de los problemas cotidianos, muchos pendientes de una solución, en la Provincia.
De todas formas, su entorno gubernamental confía en sostener los índices de imagen positiva, junto a la intención de voto que tiene Scioli, mientras aparece abocado a la gestión provincial. Creen que si no le va tan bien a la presidenta en el resultado final de la elección de octubre, podrá resurgir de las cenizas y transformarse él como alternativa oficialista para competir por la banda presidencial en 2015.
“Tenemos una figura de recambio en el peronismo y una opción real, que es Daniel Scioli”, manifestó el ministro Martín Ferré (Desarrollo Social) junto al jefe de Gabinete, Alberto Pérez, y otros funcionarios, durante la reciente inauguración de la sede central de la agrupación “La Dos” en Capital Federal, donde funcionarán los equipos técnicos sciolistas que se encargarán de elaborar proyectos y proponer políticas públicas.
Nada es casual. Se sabe, la presidenta Cristina tiene previsto arrancar en las próximas horas una recorrida por el conurbano bonaerense. Como dato relevante, despierta cierto interés político la posibilidad que la presidenta haga contacto vía una videoconferencia con el intendente de Tigre, Sergio Massa.
La indefinición de Massa sigue provocando en La Plata una innumerable cantidad de predicciones políticas. Dentro de la gobernación sciolista –entre otros territorios del oficialista FpV-PJ bonaerense– sospechan que el exjefe de gabinete de Néstor Kirchner no se va a presentar como candidato a diputado nacional por la provincia en la elección legislativa de octubre, pese a su elevado margen de imagen positiva.
Sin embargo, desde el Frente Renovador Peronista indican que aún “no hay ningún candidato definido”. Ni siquiera en el oficialismo K. No pocos legisladores y alcaldes massistas sostienen que el intendente de Tigre es el “poskirchnerismo”, que no es “ni kirchnerista ni antikirchnerista” y que, por ahora, se posiciona por su gestión municipal, sin entrar en el terreno de las definiciones ante la coyuntura política que atraviesa el gobierno nacional.
“¿Con qué necesidad va a comerse una ‘operación sucia’ del gobierno nacional, si llega a decidir ‘jugar’ con una camiseta que no sea la del oficialista Frente para la Victoria?”, preguntan algunos sciolistas.
“Massa juega en el menú electoral de octubre. Ya está bajada la orden para armar las listas distritales”, aseguran. Menos en Bahía Blanca, donde aún puede existir alguna “sorpresa”, dicen que el interior de la Sexta está prácticamente “atado y cerrado”, con Pablo Gárate como único referente massista, y que ya se podría hablar de lugares en las listas seccionales.
Las expectativas electorales futuras del espacio del PJ disidente conducido por Francisco de Narváez, y la estrategia para torear al intendente Massa, fueron los ejes temáticos que ocuparon buena parte de una reciente cena entre el diputado nacional y su “mesa chica, casi familiar” que integran su esposa Agustina Ayllón; José “Pepe” Scioli, hermano del actual gobernador de la Provincia, y la senadora bahiense y referente denarvaísta en la Sexta, Nidia Moirano. No descartan que si finalmente Massa no se anota en el menú de octubre, se abra el libro de pases y los “colorados” puedan sumar a dirigentes disconformes con el kirchnerismo.
“Independientemente de la elección legislativa, a Scioli se le terminó el blindaje. La presidenta lo maltrata públicamente. La semana pasada, por cadena nacional, se refirió a ‘patéticas miserabilidades’ en el tratamiento de las cifras de las víctimas fatales durante la trágica inundación en La Plata, y pidió a funcionarios políticos y policiales que informen correctamente sobre la cuestión. Aun sin nombrarlos, pareció apuntar contra el intendente platense Pablo Bruera y, en menor medida, al gobernador.
“Sinceramente, pienso que especulaciones de esta naturaleza… que una desgracia o que los muertos puedan ser objeto de cuestionamiento político o de imagen política, es poco edificante”, sentenció Cristina.
Días atrás, sin embargo, diputados bonaerenses del oficialismo kirchnerista rechazaron el tratamiento legislativo de un proyecto –acompañado por legisladores de los distintos bloques no oficialistas– que proponía otorgar una ayuda económica a los vecinos platenses que se vieron damnificados por el temporal.
“El oficialismo no sólo no hizo las obras necesarias ni estuvo presente al momento en que los vecinos se inundaban, sino que además bloqueó una iniciativa parlamentaria que buscaba resarcir a quienes se vieron perjudicados por la inoperancia de los gobernantes”, denunció el diputado del PRO-Peronismo Julio Garro.