La necesidad de renovar la oferta política del oficialismo para facilitar, a la vez, el remozamiento político del modelo fue la preocupación compartida por Aldo San Pedro y Eduardo Bucca con Martín Insaurralde. Con la experiencia del 2009 a cuestas, los intendentes de Bragado y Bolívar creen advertir la amenaza de que una sombra similar termine de proyectarse sobre el resultado de esos comicios en los que la lista del Frente para la Victoria que lideró Bucca en el orden municipal finalizó tercera.
Que dirigentes K peregrinen hacia Lomas de Zamora dejó de ser una novedad hace rato y guarda simetría con la caída en desgracia de Juan Gabriel Mariotto, una de las figuras agotadas dentro de ese espacio de acuerdo al diagnóstico de varios de quienes vienen acercándose más por necesidad práctica que por curiosidad hacia esa nueva Meca.
“En febrero del 2012, el mejor momento de Mariotto y con Martín enfermo, vino al PJ José Ottavis a decirle que no se hiciera el Jorge Rossi y abriera el distrito” ilustró un asesor del Intendente, sorprendido por la evolución de su jefe político, el preferido de los máximos dirigentes de “La Cámpora” que prefieren mantener a distancia al vicegobernador y el vicepresidente de la Cámara de Diputados en la Legislatura bonaerense.
Musa inspiradora para la peña de los lunes que Carlos Kunkel pasea por todo el Conurbano. Pero con predilección por Lomas, que visitó en dos ocasiones en los últimos 60 días. En la primera, a mediados de marzo, reclamaron ser del ágape Diana Conti y Edgardo De Petris que, como Kunkel y Carlos “Cuto” Moreno, entre otros, precisan renovar los mandatos de diputados nacionales por la Provincia que caducan a fin de este año.
En la más reciente del 6 de mayo, el invitado fue San Pedro quien venía de compartir en Las Flores un almuerzo con el intendente Alberto Gelené Kunkel y Mariotto, urgido de recomponer relaciones con el jefe comunal de Bragado. En marzo del año pasado, el vice de Scioli concurrió allí para inaugurar una delegación del Sindicato Único de Trabajadores de la Propiedad Horizontal (SUTERH) junto a su secretario general y dirigente del PJ porteño, Víctor Santa María.
San Pedro lo interpretó como un intento de “caminarle” el territorio y tomó como una excusa burda la apertura de una oficina para asistir gremialmente a los porteros de los edificios en una zona donde el auge de la agricultura no se expresa de la misma forma en la construcción en altura.
Tal vez Mariotto se hubiese evitado ese trago amargo de no haber sido por las instrucciones directas que recibió de la Rosada para mudar de Lomas de Zamora hacia Almirante Brown cualquier expectativa de militancia política activa. San Pedro, es el apoderado del Partido de la Victoria al que debería apelar el vicegobernador para competir con Rubén Darío Giustozzi si es que el intendente no se aviene a facilitarles al menos un cupo en la lista de concejales.
Junto a Fernando Espinoza de La Matanza e Insaurralde, Giustozzi compone el trío en disputa por el reconocimiento de un liderazgo en la Tercera Sección Electoral antes que por el consenso, en apariencias imposible, del resto de sus pares de la región. Espinoza ya apeló a la diplomacia para poner el grito en el cielo antes que le formulen un pedido similar: adelantó su disposición a ser candidato testimonial a edil.
Insaurralde tiene buen diálogo con Miguel Funes, el diputado provincial que obtuvo esa franquicia en Lomas casi sin competir con el senador provincial Santiago Carreras. Contra el cálculo previo de sus amigos, “Carrerita” optó por su viejo amigo de correrías en la Universidad y no por “La Cámpora.”
El intendente evita comentarios sobre el hecho de que, por vía indirecta, el vicegobernador termine trabajando para él y se limita a señalar a sus interlocutores que “hay que ganar.” Una alternativa que no dan por segura la abrumadora mayoría de los jefes comunales y que los preocupa.
De acuerdo a un par de ellos con los que conversó, Insaurralde no opondría reparo alguno a que Massa la liderase si alcanzara un entendimiento con el Gobierno. El mensaje de desprendimiento tiene destinatarios claros: los intendentes de La Matanza y Almirante Brown pero también el gobierno nacional. Las versiones sobre una negociación abierta con Massa se agitan con el silencio de sus eventuales protagonistas.
Giustozzi es mencionado como candidato a vicegobernador en los escenarios donde Scioli y Massa fuesen la indeseada salida del oficialismo sea por la vía de un acuerdo o en competencia, incluso entre ellos mismos. El propio intendente admitió entre sus íntimos que “no se ve” incluido en la lista de diputados nacionales.
Tal vez por eso decidió sincerar su juego con el acto del 7 de mayo en Adrogué, a escasos 500 metros de su despacho. Organizado por la sciolista “Todos unidos triunfaremos” para recordar el 94º natalicio de Eva Perón, el espíritu del mitín viró con las duras críticas de Giustozzi a Mariotto a quien vinculó con la ocupación irregular de tierras en el distrito.
Lo escucharon Cristina Álvarez Rodríguez, Gustavo Arrieta y Alejandro Arlía, los ministros “más kirchneristas” de Scioli en un mitin dispuesto a recordar el 94º natalicio de Eva Perón, a adherir al gobierno de Cristina y a contraponerse al lanzamiento de Hugo Moyano en el Luna Park, de acuerdo al anuncio previo que pretendió instalar el equipo de comunicación de un gobernador que sumaría en la contienda a Mariano Cascallares.
El jefe del Instituto de Previsión Social oficiaría de amarre con Giustozzi, dueño de una impronta emancipadora que no solo exaspera al kirchnerismo. La aparente prudencia de Scioli explica también la audacia del Intendente que en el 2011 recibió del gobierno bonaerense 150 millones de pesos en aportes, casi la mitad de los recursos del Municipio ese año, en que fue tentado para ocupar los ministerios de Gobierno y de Hacienda.
El abrazo a Scioli para lograr por esa vía la candidatura que le negarían desde la Casa Rosada, a quien amaga con una derrota segura para Mariotto no solo pone en perspectiva movimientos previos como su ausencia en la reunión de intendentes de Santa Teresita en el verano o el respaldo al gobernador en medio del conflicto docente.
Implica también riesgos latentes en el frente interno de Gisutozzi. Cómo procesará Mariano, el hijo de Aldo San Pedro y presidente del Concejo Deliberante en Almirante Brown podría ser una de ellas.
San Pedro hijo sintetiza la aspiración de contar con un paraguas para negociar la renovación de la banca de diputado provincial que Giustozzi aspira retener una vez que concluya su mandato Franco Caviglia con la ofrenda de un apellido más amigable. Secretario privado de su padre cuando presidió la Cámara de Diputados bonaerense, las dudas van desde si aceptará el convite en este escenario y si de hacerlo, qué garantías tendría el Intendente para contarlo como propio.
Las especulaciones de los cizañeros llegan más lejos. San Pedro es el segundo de la lista de concejales que lidera el secretario de Obras Públicas, Daniel Bolettieri, un dirigente radical sin partido desde que resolvió discontinuar “Acción Vecinal”, herramienta electoral que mantuvo en su existencia vivo el vínculo con Gustavo Posse a través de Mario Fuentes.
También de extracción radical, Fuentes es el edil a quien Giustozzi desearía que suceda a San Pedro al frente del Departamento Legislativo. Esa propuesta fue aprovechada por Fuentes para abandonar en la primera semana de abril el cargo de secretario Deportivo en la comisión directiva del club Atlético Independiente de Avellaneda que preside Javier Canteros.
La llegada de Miguel Ángel Brindisi de la mano de Julio Grondona, litigante discreto de los fondos que adeuda “Fútbol para todos” a la AFA, seguramente le era desconocida al momento de su decisión.
Con holgada mayoría en ese cuerpo, el peronismo no está a gusto con la idea de que dos concejales de origen radical terminen por ocupar los máximos cargos del gobierno municipal: preferirían que San Pedro conserve el suyo a la expectativa de reemplazar a Giustozzi si es que logra ser electo diputado y por alguna razón Bolettieri, quien técnica y legalmente debiera cumplir su mandato si renuncia, no asumiese ese compromiso.
“Si hoy fuese el cierre, lo veo afuera” asegura alguien del núcleo duro de los K que no se “atreve” a aplicar la misma sentencia a Espinoza porque, admite, “La Matanza son muchos votos” aunque admite que la inclusión del intendente es materia de debate.