La ida había sido 2 a 0 para el Milan, y a partir de allí el Barcelona atravesó una turbulencia que asombró a más de uno. Es que el mundo del fútbol está malacostumbrado con este equipo, y pareciera que si los ex dirigidos por Guardiola no hacen cinco goles por partido y Messi no bate un nuevo récord, algunos facinerosos sin escrúpulos hablan de “crisis”. Irrisorio.
Hoy, Iniesta y compañía se comieron crudo al equipo que tiene los colores de Douglas Haig de Pergamino. Y por lo visto esta tarde, Mostaza Merlo tal vez hubiese aguantado mejor la ventaja de la ida, porque el DT tano, Massimiliano Allegri, no le encontró la vuelta en ningún momento al partido, y se comió un baile de aquellos.
Los italianos no podían levantar las piernas; veían pasar a los de azul y rojo por al lado sin chances de frenar los ataques. Messi clavó dos golazos en el primer tiempo y fue toda una fiesta local.
Así, el equipo Culé se sacó de encima al Rossonero y puso las cosas en su lugar.