“Hace un mes y medio que mantenemos esta situación. A la empresa de Correo Argentino le estamos reclamando 36 horas, que es nuestro convenio colectivo. El problema es que por 48 nos están pagando 4 pesos la hora”, le dijo a Letra P el representante del Sindicato de Trabajadores de Correos y Telecomunicaciones (FOECYT) de La Plata, Diego Sanz.
Según comentó el referente gremial, se decidió descontarles hasta 2.500 pesos por trabajador. “Por cuenta nuestra, comenzamos a hacer 36 horas y este mes nos llegó el descuento. Son Casi 7 mil personas las que sufren esto, por eso esperamos que el Ministerio de Trabajo nacional”.
Cómo plantearon desde el gremio que nuclea a los trabajadores de correo y telecomunicaciones, los que impulsan la medida son aquellos que están planta permanente, con más de 5 años. “Hoy cobramos, de bolsillo, casi 3 mil pesos menos y eso nos obliga a realizar un paro por tiempo indeterminado”.
Por formar parte de una entidad nacional, el conflicto debe ser tratado por la cartera que maneja Carlos Tomada. “(Julio) De Vido también debe darnos respuestas. La empresa nos debería citar, pero no existe directorio porque se firmó un acuerdo en agosto y no se respetó”.
El entramado en el conflicto se debe a los recientes cambios dentro de la estructura nacional, donde parece que alcanzarían al mismo correo que hoy encabeza Juan Carlos Tristán, un hombre ligado al vicepresidente Amado Boudou. Pero el problema no termina ahí.
Además de los cambios que pueden adelantarse (suena el ex ministro de Agricultura Norberto Yahuar para suplantar a Tristán), existen serios inconvenientes en el normal funcionamiento de esa sede, donde llega la mayoría de la correspondencia para la capital bonaerense.
Los mismos trabajadores que ejercen su derecho a huelga, reconocen que el retraso, por el conflicto y el irregular funcionamiento, para algunas instituciones, “es más que importante”. Uno de los casos paradigmáticos es la correspondencia del IOMA, entidad que “no recibió nada” en casi todo noviembre. “El reparto de la correspondencia internacional tiene unos 6 meses de retraso; está todo complicado”.