Era cuestión de los del palo, de pasillos de universidades, de periodistas y comunicadores. Entonces se decía que era necesaria una “nueva ley de radiodifusión”, que la que estaba vigente tenía manchas y no de tinta, que la dictadura mantenía su largo brazo represor aún en la formalidad de la democracia.
¿Quién iba a pensar, en aquellos años donde se resistía para bancar el pan, en plantear un nuevo esquema de comunicación? Hablar de una cultura de medios horizontal, participativa y democrática solamente empezó a tener sentido desde la llegada de Néstor en 2003, desde la recuperación de la dignidad, del trabajo, del ser argentino. Porque finalmente, aquello de levantarse “a la faz de la tierra una nueva y gloriosa nación” es finalmente volver a construir una identidad de Patria. Y con el coraje y la decisión política de Cristina llegó la puesta en marcha del proyecto de Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.
Avanzar sobre las corporaciones, ampliar las voces, hacer verdadera democracia comunicacional fue el objetivo. Para eso la metodología de los foros, con la figura de Gabriel Mariotto a la vanguardia, proponiendo y escuchando, haciendo e impulsando.Hasta que un 10 de octubre, hace 4 años, la Ley de Medios de la Democracia logró su aprobación en el Congreso, con un texto que incluye a las minorías, a los jóvenes, a los pueblos originarios, a las instituciones, a la sociedad en su conjunto.
Fue una jornada histórica por su alcance político, pero sobre todo por la presencia popular en la decisión de romper con los monopolios para abrirle el juego a todos los sectores sociales a hacer escuchar su voz. Por eso hoy la celebramos y renovamos el reclamo.
Porque desde aquel 2009 a este 2013 mucho se ha avanzado en la pluralidad en materia de comunicación audiovisual. Pero la tijera de la corporación mediática aún imposibilita la plena aplicación de una ley aprobada por ambas Cámaras y con notable apoyo del pueblo. Las trampas parecen haber llegado a su fin. Con expectativa, aguardamos la definición de la Suprema Corte para darle un cierre a tanta especulación y tanto atropello.
El momento cultural por el que atraviesa la sociedad argentina y latinoamericana es único y trascendental. La vigencia total de la Ley de Medios será el paso definitivo a la liberación de la opresión mediática para finalmente hacer oír el ruido del grito sagrado.
Santiago Carreras es Licenciado en Comunicación Social (UNLZ), Consejero de Juventud del Partido Justicialista y Senador Provincial por la Tercera Sección Electoral.