El efectivo policial, que se desempeñaba en la comisaría segunda de la localidad de Gregorio de Laferrere, está acusado de haber inferido torturas y malos tratos a Luciano Arruga meses antes de su desaparición.
Torales fue detenido por orden del juez de Garantías 5 de La Matanza, Gustavo Banco, y a pedido de los fiscales Carlos Arribas y Celia Cejas, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) especializada en Homicidios Dolosos y Averiguación de Causales de Muerte.
Los fiscales Arribas y Cejas -que reemplazaron a la primera fiscal de la causa, Roxana Castelli- tienen a cargo el expediente principal por la desaparición de Arruga, del cual se desprendió una causa conexa por “severidades y vejaciones” a raíz de un hecho ocurrido en septiembre de 2008.
Luciano fue detenido por la policía de Lomas del Mirador por el supuesto robo de dos teléfonos celulares a unos alumnos de un colegio de la zona y alojado en el destacamento local.
Al declarar en la causa por la desaparición ocurrida cinco meses después, la madre del adolescente, Mónica Alegre, dijo a la Justicia que al ser liberado en 2008, Arruga le contó que había sido golpeado y lesionado por los efectivos, y acusó a Torales.
Respecto de ese hecho, Vanesa Orieta, hermana de Arruga, contó que ella estaba en el destacamento y escuchó que los policías le gritaban al adolescente: “Te vamos a llevar a la octava para que te violen, o terminás en un zanjón”.
Los golpes aplicados en aquella oportunidad fueron constatados por los médicos del Hospital de San Justo y desde entonces el chico fue interceptado varias veces en la calle por la policía.
Orieta volvió a hacer responsable por “los pocos o nulos avances en la causa” al Gobernador bonaerense, Daniel Scioli, y a su ministro de Justicia y Seguridad, Ricardo Casal.
“Seguimos sin saber dónde está Luciano, no se ha avanzado en la investigación y la carátula de la causa pareciera que mi hermano es un chico que está perdido, mientras que siguen en funciones los ocho policías que intervinieron”, sostuvo.
Torales admitió haber estado en el destacamento cuando Arruga fue detenido en 2008 pero negó haberlo golpeado.
Según la hermana de Luciano, “ese policía fue el que se presentó como teniente primero y tenía un trato irrespetuoso y agresivo con la familia, pero era el que daba la cara en aquel momento en la comisaría de Lomas del Mirador”.
Por otro lado, el juez Banco aún debe resolver si la causa principal por la desaparición de Arruga debe pasar al fuero federal, tal como lo solicitó la familia del adolescente en diciembre pasado.
En ese sentido, los fiscales Arribas y Cejas ya emitieron un dictamen a favor de esa solicitud, por lo que si el magistrado coincide con ese criterio el expediente pasará a ser investigado como una “desaparición forzada de persona” por la Justicia Federal de Morón.
El joven de 16 años (hoy 19), desapareció el 31 de enero de 2009 cuando fue interceptado por la Policía Bonaerense en Lomas del Mirador. Un peritaje con perros determinó que Arruga había estado en la comisaría 8ª de ese distrito y en uno de los patrulleros, que esa noche no había cumplido con su recorrido programado y según el registro electrónico de su desplazamiento circuló por descampados.
La familia sostiene que el chico fue conducido al destacamento policial local, que no estaba habilitado para la detención de personas, y que algo ocurrió con él tras haberse negado a robar para la Policía.