Además, pedirán “el blanqueo de las cifras en negro, la eliminación del tope de asignaciones familiares y la igualación de las horas de bolsillo para auxiliares de la educación y de salud”, entre otros puntos.
“Frente a la evidencia de los números, y ante las dificultades que tienen los trabajadores para afrontar sus obligaciones cotidianamente, consideramos que para comenzar a discutir salarios debe tenerse en cuenta la pérdida del ingreso que en los últimos 5 años oscila el 48 por ciento”, expresó De Isasi.
Consideró que los trabajadores necesitan que el ámbito de discusión “sea continuo” con el Estado provincial, “con la intención de resolver todos los problemas laborales que aún están pendientes y que complementan el debate por los haberes”.
También, recordó que “todavía no fuimos convocados oficialmente” para las paritarias, aunque desde el gobierno bonaerense indicaron en varias oportunidades que el próximo lunes comenzarán las negociaciones salariales con los gremios docentes y con los de la administración pública general.
Por su parte, el ministro de Trabajo de la provincia de Buenos Aires, Oscar Cuartango, sostuvo que el gremio “tiene derecho a pedir lo que les parezca”, aunque “lo ve difícil” ante las dificultades de las cuentas del distrito que administra Daniel Scioli.
En declaraciones radiales, el ministro dijo que “me atrevería a decirle que lo veo difícil por las condiciones presupuestarias de la Provincia”, y agregó que la idea es convocar a las discusiones salariales con mucha anticipación para tener tiempo para resolver las diferencias.
“El próximo lunes vamos a iniciar las discusiones paritarias, tanto con los docentes como con los estatales. En lo que hace a porcentajes, no puedo anticipar nada, porque las propuestas siempre preferimos hacérselas primero a los representantes de los trabajadores. Eso es más prudente y mesurado”, finalizó.