Una movida motiva la jugada del otro. Como en el ajedrez, el kirchnerismo y el sciolismo jugaron fuerte esta semana. Luego de conocer que la Nación habilitó un mecanismo para que la Presidencia pueda asistir financieramente a los municipios sin la participación de las provincias (resolución 13/2013, con el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina como administrador), Daniel Scioli dio una señal que denota su búsqueda de autonomía económica y política: a través de una misiva, su Jefe de Gabinete, Alberto Pérez, le solicitó al titular de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, un encuentro para discutir la Coparticipación Federal de Ingresos y el tope establecido al denominado Fondo del Conurbano.
La reacción del bonaerense fue de manual: en un año electoral, la medida habilita a la Casa Rosada a brindar asistencia financiera, incluso para cubrir los sueldos, deudas y gastos de los municipios; justo cuando los jefes comunales vienen reclamándole por el reparto de fondos municipales y ayuda financiera.
La respuesta del oficialismo se dio en dos capítulos: uno ayer, en Santa Teresita, donde se congregaron más de 70 intendentes, mas de 20 legisladores nacionales, un senador nacional y 27 legisladores provinciales, todos bonaerenses.
Tras la comida, hubo comentarios y dardos venenosos hacia el Gobernador. Desde Gabriel Mariotto, pasando por Julián Domínguez hasta Amado Boudou lo criticaron por su planteo sobre los fondos coparticipables (ver aparte en Letra P).
La segunda respuesta correrá por cuenta de Alicia Kirchner, quien amplificará el mismo mensaje al resto de los gobernadores. La ministra de Desarrollo Social espera juntar a 400 intendentes de todo el país, hoy por la noche, en el Balneario 12 de Punta Mogotes. Y presentarlos bajo las banderas de su partido político, Kolina, como un apoyo incondicional a la Presidenta.