Antes de que terminara el 2012 la Agencia de Recaudación Buenos Aires (ARBA) dispuso, mediante resolución 52/2012 que los bancos retengan un porcentaje de las liquidaciones comerciales por las ventas con tarjetas de crédito y débito para ser imputadas al Impuesto a los Ingresos Brutos. “La presión tributaria es demasiado elevada”, consideraron desde CAMECO.
Desde la Cámara Marplatense de Empresas Comerciales y de Servicios (CAMECO) se mostraron preocupados por la fuerte presión tributaria que soportan los comercios y las empresas desde hace varios años. Por eso, la decisión de ARBA de retener una parte de las liquidaciones por las ventas con tarjeta resultó “inapropiada” para la entidad, que nuclea fuertemente a comercios de diferentes rubros en la ciudad.
En este sentido, desde CAMECO señalaron que “es inoportuno seguir presionando a los que cumplen. La decisión del ente recaudador de generar una “retención” por parte de los bancos para que ese dinero se impute como un anticipo sobre el pago de Ingresos Brutos nos parece, por lo menos, extemporánea para el momento que atraviesa la actividad comercial, tras un año de parate de la economía nacional”.
Uno de los aspectos que tiene esta medida es que no se aclara de manera concreta cual es el porcentaje a retener de las cuentas: “la medida argumenta que se aplicará una alicuota variable dependiendo del rubro del contribuyente, de su situación frente al impuesto y otros ítems que nos parecen arbitrarios. Esto puede generar el absurdo de que dos comercios competidores tengan una alicuota diferente, generando una ventaja competitiva desde el Estado. No nos parece lógico que así sea.
Juan Antonio Gutiérrez, presidente, Alejandro Bolgeri y Carlos Bañon, vicepresidentes de la entidad comercial respectivamente, coincidieron en apuntar que “en el país –según datos del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF)- una persona necesita generar recursos equivalentes a su esfuerzo del 1º enero al 18 de junio para poder pagar los impuestos nacionales, provinciales y municipales. En este marco, donde casi medio año de trabajo se va en el pago de obligaciones con los diferentes niveles del Estado, tomar parte de las ventas de manera anticipada resulta una manera más de desestimular la actividad”.
Otro de los aspectos que fue criticado desde la entidad pasa por los mecanismos de desacuerdo. “Es irracional que si el ente recaudador se equivoca sólo se pueda reclamar y obtener “razón” en 3 pedidos al año, cuando las liquidaciones son más. Y si el comercio hace un reclamo y no es aceptado se lo invalida para seguir reclamando a lo largo del mismo período fiscal. Esto es bastante arbitrario”.
La entidad marplatense ya había advertido que el Estado provincial avanzaba en nuevas medidas de recaudación de estas características cuando se mostró en desacuerdo con que se obligue a los comerciantes de todo el territorio bonaerense a colocar lectores de datos de venta electrónica, con el fin de universalizar la forma de pago por medio de la bancarización. “Entendimos, por aquel momento, que debía ser una opción pero no una obligación”, reafirmaron.