“Estoy en contra, la UCR le resta al FAP”; “este radicalismo??? mmm..NO!”; “Naa, entonces es cierto lo que dicen los loros K? me bajo del FAP como idea de gobierno si se juntan con los inútiles de la UCR, que se sepa!”; “totalmente en contra, una cosa son las alianzas y otra muy distinta es que la estructura radical sea parte del FAP. Sería un retroceso y la historia demuestra que la UCR no es el cambio que queremos que sea el FAP para Argentina”; fueron algunas de las primeras respuestas que recibieron los Militantes del FAP en Twitter y Facebook, luego de postear: “Qué opinás de un posible ingreso de la UCR al FAP? Estás a favor o en contra? por qué?”.
En una entrevista en Clarín, el diputado nacional Ricardo Alfonsín deslizó la posibilidad de una nueva alianza, ahora con la fuerza política de Hermes Binner, aunque por momentos fue medido a la hora de declarar. Horas después, desde el FAP tantearon a sus seguidores en las redes sociales, y desde el vamos pareció no ser una buena idea, ya que inmediatamente los comentarios negativos y críticos pincharon el globo. A forma de encuesta, los resultados están más que claros.
Así, los “estoy en contra”, los “no sirven para nada” y los “si es así no los voto” se convirtieron en la tónica de los seguidores de las cuentas afines al FAP, que claramente sirvieron de termómetro para medir el impacto de la propuesta.
Tanto Binner como Stolbizer y los principales dirigentes –socialistas, del GEN y Libres del Sur, entre otros-, son medidos a la hora de declarar al respecto. Por momentos parece que las puertas están abiertas a las fuerzas afines para “construir una verdadera alternativa progresista”, pero por otros también se marcan los límites y cierran con candados las tranqueras. Es que el fantasma del fracaso electoral del 2011 de la UCR, de la mano del acuerdo con Francisco de Narváez, espanta automáticamente a la gran mayoría de los seguidores del ex gobernador santafesino, que tras haber realizado una muy buena última elección, aún trabaja para afianzar su rumbo ¿solos o acompañados?
Matías Moscoso
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