El 3 de septiembre de 2012, la CPM fue al Centro Cerrado Almafuerte a raíz de una denuncia de torturas contra jóvenes alojados. Se constató que al menos cuatro fueron sometidos a golpes violentos con distintos elementos contundentes como matafuegos y palos, provocándoles graves lesiones.
Esta metodología es una práctica sistemática permanentemente denunciada y puesta en conocimiento de las autoridades de la provincia de Buenos Aires. “Lo que resulta intolerable es la aceptación y naturalización de estos hechos como mecanismo del aparato burocrático estatal. La CPM reclama y exige una profunda investigación judicial a este respecto y demanda a las autoridades políticas que asuman sus propias responsabilidades institucionales”, informaron mediante comunicado.
“Una sociedad que pretende convivir democráticamente, está necesitada de verificar que sus autoridades observan en forma diligente las normas jurídicas que nos regulan. La violencia institucional hacia las personas privadas de libertad y bajo custodia del estado, sólo degrada a quien la practica y rebaja las posibilidades de una convivencia más civilizada”, finalizaron.
Según informaron, los cuatro jóvenes pidieron hablar por teléfono porque tenían un familiar enfermo mientras estaban en su momento de recreación. Los asistentes de minoridad negaron el acceso al teléfono y se generó una discusión. Luego, amenazaron con cortarles la recreación (que se realiza en una jaula de mayores dimensiones que las celdas) y encerrarlos si persistían con el reclamo. Finalmente, los encierran y los jóvenes se resisten a ingresar a sus celdas. En ese momento los reprimieron alrededor de 14 asistentes, portando palos, matafuegos, y escudos de asalto.
Golpearon a los jóvenes con patadas, golpes de puños, les arrojaron parte del contenido del matafuegos. Los arrojaron al piso y continuaron la golpiza, pisándoles los pies y la espalda. Posteriormente los arrastraron hacia sus celdas.
Resultaron lesionados 4 jóvenes en diversas partes del cuerpo (cabeza, torso, espalda, brazo, piernas). No recibieron asistencia por parte de personal médico de la institución. Sólo fueron revisados por un médico, luego de que lo pidiera el Defensor oficial Julian Axat, quien también presentó un habeas corpus por los jóvenes.
El 27 de agosto pasado, integrantes de la CPM visitaron el Centro Almafuerte y constataron diferentes irregularidades: no funciona el sistema de prevención de incendios, no existen salidas de emergencia, las requisas a los jóvenes consisten en desnudo total, sólo les permiten hacer un llamado por semana, los jóvenes no tienen acceso al reglamento de convivencia, los fines de semana no existe ningún tipo de actividad para los internos. Al terminar la visita, la CPM presentó al Titular de Juzgado Penal Juvenil Nro.1 el informe detallando esta situación.