Una de las “innovaciones” en el armado de las competencias oficiales del fútbol en Argentina, iba a ser que no serían dos campeones por año -como hasta ahora-, sino uno sólo, producto de una final a disputarse luego de la disputa de los dos torneos. Allí se enfrentarían los ganadores del Inicial y el Final, en cancha neutral, y el vencedor, coronaría.
Bueno, a último momento Grondona decidió que -tal como estaba previsto- esa final se jugará y determinará quién será el “supercampeón”, por llamarlo de alguna manera, pero que también se coronen campeones los ganadores de los torneos, a diferencia de lo que se había decretado en un primer momento.
De esta manera quedó estipulado que los ganadores del Inicial y el Final también serán campeones, y por ende darán la vuelta olímpica, como se venía haciendo hasta ahora desde la implementación de los torneos cortos. Esta nueva propuesta fue comunicada por el titular de Estudiantes de La Plata, Enrique Lombardi.
En realidad es un detalle entre tanta desprolijidad. Lo cierto es que este viernes vuelve el fútbol y que la espera se termina. Ahora se va a empezar a hablar de la pelota, y todas las desprolijidades dirigenciales a la hora del armado y organización de la competencia pasarán a segundo plano, como desde hace mucho tiempo.