Lo mejor de la galleta Oreo es lo de dentro, es decir, la lámina de nata. Al menos eso es lo que dicen los fanáticos y especialista de este dulce tan popular. Ahora retire esa capa blanca y sustitúyala por seis, en el siguiente orden: rojo, naranja, amarillo, verde, azul y morado. Resultado: ya tiene la primera galleta gay del mundo.
El producto, de momento, no es más que una fotografía y, a la vez, mucho más que eso.
Con sólo conocerse la iniciativa, las redes sociales se inundaron de comentarios reclamando la comercialización de esta modalidad de galleta, sin importar a qué sabe una galleta naranja o morada.
En apenas un par de días, más de 200.000 usuarios de Facebook dieron al botón “Me gusta” y otras 23.000 subieron comentarios al muro. Los había para todos los gustos, tanto a favor como en contra, entre ellos muchos usuarios a los que la iniciativa no cayó precisamente bien.
Según Basil Maglaris, director adjunto de asuntos corporativos de Kraft, las valoraciones positivas superaron a las negativas. “Creemos que el anuncio de Oreo es una muestra divertida de nuestros valores”, aseguró.
Fuente: Diario registrado