Scioli 2015: lo que todos ya sabían, pero a algunos les sorprende mucho

Por Carlos Marino (*)

El sábado, Daniel Scioli puso a la luz una verdad que sólo una roca podría desconocer: el Gobernador dijo “quiero ser Presidente”.

 

Desde que Néstor Kirchner envió a Scioli a disputar la gobernación en la provincia de Buenos Aires en 2007, a nadie se le escapó pensar y analizar que el Gobernador, beneficiado por la extraordinaria elección del oficialismo en 2005, comenzara a soñar en continuar su carrera política hacia la Casa Rosada.

 

Los avatares de la realidad política fueron consolidando esta posibilidad en Scioli, después de haber sido funcionario nacional con Menem y volver a la gestión con Duhalde, para luego coronarse Vicepresidente y esta experiencia de gobernar el principal estado, la provincia de Buenos aires.

 

Todos los caminos conducen a Roma y lo cierto es que el kirchnerismo siempre estuvo a la sombra de su conductor Néstor –y Cristina después–, y ha minimizado la figura de Scioli hasta ningunearlo al extremo.

 

La estrategia de Néstor de enviar a Scioli a la Provincia, tenía que ver con sacarlo de la disputa por la Capital y así construir su contracara más extrema con Mauricio Macri. En los planes de nadie estaba la muerte prematura del ex presidente, dejando al oficialismo en una extraordinaria recomposición de su vínculo con la sociedad, posibilitando reelegir a Cristina con un margen más que abultado, pero sin posibilidad de recambio o continuidad de un kirchnerista puro que tenga un impacto en el lectorado.

 

Scioli fue paciente en 2009 y, a pesar de los pronósticos, acompañó a Néstor como testimonial yendo en contra de sus propias convicciones y después de la muerte del ex presidente, acompañó la formula de Cristina-Boudou en 2011.

 

Aceptó que le pusieran a su compañero de fórmula tal como lo había hecho Néstor, con la figura de un vice como Gabriel Mariotto, un hombre con alto perfil mediático y artillero en la pelea con el Grupo Clarín a través de la Ley de Medios Audiovisuales.

 

Los intentos por debilitarlo electoralmente por afuera, fueron un fracaso. La candidatura de Martín Sabbatella apenas alcanzó los 5 puntos porcentuales, a pesar de haber llevado, al igual que Scioli, a Cristina Fernández de Kirchner.

 

Desde el día de la asunción, las tensiones entre el Gobernador y el vice han sido más que visibles y desde la Legislatura fueron aprobados algunos pedidos de informes sobre la gestión de Scioli, hecho inédito teniendo en cuenta que el oficialismo detenta la mayoría.

 

Esta semana, en una entrevista, Mariotto dijo que “el que habla del 2015 no entendió nada; está mirando otro canal”. Pero ¿es así? ¿O el que mira otro canal es Mariotto, que haría que los políticos hoy no hablen o piensen en el 2015?

 

Llego el tiempo de las preguntas

 

Pero la gran pregunta es a qué trasnochado se le ocurre que Scioli no tenga la aspiración presidencial. ¿Qué canal estaban mirando los ultra k en la provincia de Buenos Aires, las “disputas con candidatos”?

 

Ahora comienzan a salir los kirchneristas culposos, esos que acompañaron a Daniel Scioli sin chistar durante sus primeros cuatro años de mandato; aquellos que ocuparon cargos de gobierno ayer y hoy; aquellos que compartieron su lista sin cuestionar, los que eran sus ministros o estaban de acuerdo con sus políticas en materia de derechos humanos, seguridad y otras cosas por las que ahora se rasgan las vestiduras diciendo no compartir.

 

Mariotto, Navarro, Pérsico, ¿no sabían quién era el ministro de Seguridad de Scioli? ¿qué canal estaban mirando?

 

Y la Gran Pregunta: una vez blanqueada las aspiraciones presidenciales por el bonaerense, que movimientos realizarán Cristina y el kirchnerismo? Porque al destacar que si la Presidenta no va por la re reelección él competiría con una línea interna; Scioli le pasó la pelota al kirchnerismo.

 

(*) Director de Comunicación Positiva y Letra P

 

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