A casi tres meses de asumir, los legisladores de La Cámpora tiraron durante los últimos días de febrero los fuegos artificiales que les habían sobrado de los festejos de fin de año, ya que desistieron de presidir la comisión de seguridad de la Cámara de Diputados de la Provincia.
Desde que asumieron el 10 de diciembre y luego del episodio que se dio en las escalinatas de la Legislatura han jurado y perjurado un enfrentamiento con el Gobernador Daniel Scioli por su política de Seguridad.
Desde distintos ángulos los ultrakirchneristas han cuestionado el pasado del Ministro de Justicia y Seguridad Ricardo Casal, a veces a través del Vice Gobernador Gabriel Mariotto, quien luego de la escaramuza en las escalinatas de la Legislatura desafectó a toda la custodia policial del Senado y constituyó una guardia civil.
Se sumó a estas acciones un conflicto desatado en la Secretaría de Derechos Humanos, que también llevo al vice gobernador a tomar parte en contra de un funcionario de quien fuera su compañero de fórmula el 23 de octubre. Más allá de los dichos de Mariotto -y una de sus espadas legislativas Sergio Berni- que indicaron que somos los periodistas quienes vemos enfrentamientos donde no los hay o que hacemos especulaciones que nada tienen que ver con la realidad, los estilos políticos de Mariotto y Scioli son diametralmente opuestos.
Lo cierto es que ha trascendido que la continuidad de Casal es algo inaceptable para el ultrakirchnerismo o han llegado a ponerse a la cabeza del pedido de renuncia de la secretaria de DDHH, pero en una de las “batallas” que se dan en los reductos de la política y que pasan desapercibidos para la casi totalidad de los mortales, La Cámpora hizo un gesto conciliador y luego de haber vetado a Franco Caviglia para que presida la Comisión de Seguridad, y dar como casi seguro al ex secretario de Kirchner Walter Abarca para presidirla, entregaron la presidencia de esa “estratégica” comisión a un hombre del ex intendente de Bahía Blanca y actual ministro de Scioli Iván Budassi.
Budassi tiene muy buena llegada al vicepresidente Amado Boudou, no por su militancia ultra k, sino por haber compartido las filas de la UCEDE, cosa ni buena ni mala en sí misma, pero que muestra que la tolerancia ideológica de los jóvenes camporistas es bastante amplia.
Por otro lado, el gobernador Daniel Scioli, se encargó en su discurso en la Asamblea Legislativa, de dar dos gestos que no dieran lugar a dobles interpretaciones: el reconocimiento público a su secretaria de DDHH y a su Ministro de Seguridad, haciéndose cargo él personalmente de ser quien comanda estas acciones; posicionamiento riesgoso ya que es a el y no a Casal a quien cuestionan los jóvenes camporistas o su vice gobernador, cuando lo hacen.
El gobernador Scioli destacó sus logros en materia de seguridad y justicia haciendo especial hincapié en la constitución de alcaidías para que no haya más presos en comisarias, y en su política de formación y capacitación de nuevos efectivos en base a paradigmas en los cuales el respeto por los DDHH, y las garantías individuales son pilares fundamentales:
-Prohibición de alojamiento de menores en comisarías.
-Nueva ley de ejecución penal.
-Ley de Oportunidad Laboral para Liberados.
Planteó así un alineamiento de su política de Seguridad con los lineamientos de la Nación haciendo especial énfasis en su pertenecía al proyecto político que encabezara Néstor y que ahora lidera la presidenta Cristina Fernández de Kirchner
Parece ser que ni Scioli esta tan a la derecha ni La Cámpora esta tan a la izquierda. Seguramente el enfrentamiento con el grupo Clarín y la Ley de declaración de Bien Público del papel prensa; la Ley de Matrimonio Igualitario o la reapertura de los juicios por las causas de DDHH, nunca fueron prioridad en la agenda, de Daniel Scioli como tampoco lo han sido ni serán para muchos dirigentes del peronismo, entre los cuales se inscriben Gobernadores, intendentes, diputados y funcionarios que mantienen lazos con el “Monopolio”.
Es paradójico cómo muchos se rasgan las vestiduras y luego acuerdan por lo bajo con Cablevisión o Clarín. Es más algunos intendentes intercambian favores a cambio de manejar la línea editorial del canal local, limitando el acceso a potenciales competidores
Muchos de los que en la década del noventa miraron para otro lado ante la rifa del patrimonio estatal o bien aprobaron las leyes que lo hicieron posible, son también quienes miran para otro lado cuando se despilfarran los subsidios y la ciudadanía padece los servicios públicos, ya que desde el Estado se ha priorizado mantenerle los niveles de rentabilidad sin exigirles la correspondiente reinversión que debe hacer todo empresario.
En estos años hemos tenido políticas realmente inclusivas por parte de nuestros gobernantes o por lo menos así lo ha interpretado la mayoría de los ciudadanos a través del voto universal: la inclusión en el sistema previsional, la estatización de los fondos previsionales, la Asignación Universal por Hijo y el matrimonio igualitario entre otros, son conquistas emergentes de una crisis profunda que vivió nuestro sistema político social y económico; no un regalo ni una dadiva de ningún gobierno.
La política como práctica social, es parte de un proceso histórico y nada empieza cuando uno llega. En buena hora que muchas prácticas o gestos que se han recuperado en la política hayan llegado para quedarse, como la participación de los jóvenes y la exaltación de la participación en la cosa pública y la reivindicación de nuestra historia como nación con nuestras luces y sombras, pero también debemos tener cuidado de planteos maniqueístas de pensar que en un lado se encuentran los buenos y en el otro los malos, porque éstas prácticas sirven para construir cortinas de humo y ocultan los verdaderos intereses o las verdaderas disputas que se están dando.
Cada uno de los sectores que hoy integran la fuerza gobernante saben que están frente a una encrucijada en la cual el futuro cercano les depara nuevos desafíos personales y colectivos, tal vez crean que esta es la manera que tienen de posicionarse y mostrarle a la sociedad cuáles son sus proyectos. Será el Pueblo quien, llegado el momento, tomará la decisión de delegar en ellos la representación de la cosa pública y la administración del Estado
(*) Director de Comunicación Positiva y Letra P