Con duras declaraciones, el diputado nacional del Frente Peronista Alberto Roberti había expresado que “la manera errática, confrontativa y hasta sin ningún tipo de ideas de futuro quedó siempre a la vista, siendo patético que pese a contar con 23 diputados nacionales no se haya podido colocar ninguna autoridad en la Cámara”. Esto, sumado a su análisis de que “todo el año fluyó en la intrascendencia y la cosa de partido chiquito” terminó por alejarlo definitivamente del bloque para trabajar con el intendente de Tigre, Sergio Massa.
Uno de los episodios que hicieron replantear la postura del legislador se dio hace pocos días, en el casamiento del diputado nacional Gustavo Ferrari, en donde dijeron presente, entre otros, el gobernador Daniel Scioli y Francisco De Narváez. Quienes estuvieron allí comentaron que había “una especie de sector vip”, en donde estaba el ex motonauta. “Algo pasó”, aseguran, haciendo referencia a que Roberti, junto a otros, tuvieron “acceso limitado” a aquel salón. Tampoco pudieron asomar las narices ni Guillermo Britos, Mauricio D´Alessandro, Daniel Amoroso, Osvaldo Mércuri ni quienes responden a Gonzalo Atanasof. “Después de eso, Roberti se hace massista”, concluyeron mitad en broma y mitad en serio testigos de aquel momento.
De Narváez convocó a un gran asado para los primeros días de enero en el balneario CR de Pinamar, en donde invitó a todos los diputados provinciales y nacionales de su bando, como así también a los referentes de la quinta sección electoral. La respuesta negativa de Roberti no se hizo esperar, ya que habría cuestionado el lugar elegido por el ex candidato a gobernador, porque “ese balneario es de Massa”.
A partir de allí se armó un revuelo protagonizado por varios de los invitados, que cruzaron al marido de Mónica López, generándose de esta manera una escena en donde la discusión era si el sitio elegido pertenecía o no al intendente de Tigre. Lo cierto es que De Narváez, lejos de modificar el evento, redobló la apuesta invitando aún a más gente, y hasta habría criticado a Roberti, recordando la comida del año pasado en la casa de Osvaldo Mércuri, en donde el hoy ex diputado denarvaista se había manifestado a favor de una unión con Scioli. “¿Ayer con Scioli y ahora con Massa? Roberti tiene un problema de paternidad”, sentenciaron.
Así las cosas, esta serie de discusiones y malhumores terminarían desembocando en Provincia, directamente en el bloque de diputados que preside Mónica López. Consultada por este medio, la diputada y ex compañera de fórmula de De Narváez en las últimas elecciones negó la ruptura, diciendo que “la situación y relación entre nosotros está igual desde siempre”. Aunque al momento de opinar sobre la situación de su marido, disparó: “Roberti es un dirigente nacional de una amplia trayectoria gremial e internacional, donde tiene libertad de acción para decir y decidir por sus propios medios. Él no es un diputado monigote que se va a dejar manejar ni dominar por aquellos que tienen intereses personales. No es recluta de nadie”.
En ese sentido, sólo resta esperar a ver qué es lo que propone el mismísimo De Narváez, ya que por los pasillos de la Legislatura se comenta que el líder del peronismo disidente “tiene intenciones de bajar a López y correrla de la presidencia del bloque”. A partir de allí, el resto de los integrantes harán oír su postura al respecto. Tal vez sea antes de fin de año, o bien a comienzos del que se viene, entre achuras, arena y mar.
