“Esta vieja historia ya lo conocemos, pasó en el 2001 y pasó con (Raúl) Alfonsín, es una versión decadente, una mala copia, de otros momentos históricos del país”, sostuvo Cristina desde la Casa Rosada y dijo que ahora “se intentó hacer lo mismo pero en un escenario social y político diferente”.
Para la jefa de Estado, la metodología de los saqueos eran parte de un “manual de instrucciones políticas para desestabilizar gobiernos” que comenzó en 1989 y derivó en la salida de Alfonsín y siguió con Fernando de la Rúa y que fue orquestado por “sectores políticos y también del PJ”.
Asimismo, pidió a los jueces “que se encarguen de defender a los ciudadanos de aquellos que roban y saquean” y les recordó “los magníficos sueldos que cobran y las jubilaciones de privilegio que tienen” y “no pagan (el impuesto a las) Ganancias” mientras “esta presidenta sí paga y se encarga de recaudar los fondos para ellos”.
Por otro lado, insistió en recordarle a los gobernadores que son ellos los que tienen la responsabilidad por la “seguridad de sus ciudadanos”. “Hay muchos gobernadores e intendentes preocupados por el 2015. De tanto preocuparse por el 2015 no se ocupan de las cosas del 2012 y tenemos que salir a preocuparnos nosotros”, acusó.
“Si no están de acuerdo con nuestro gobierno, si bien tienen derecho a manifestarse, les pido que lo hagan en paz, sin robarles a los comerciantes ni romper vidrieras”, expuso la mandataria.
“En estos manejos se fue la vida de cuatro personas. Les pido que no pongan en riesgo la vida de otros argentinos en busca de querer ocultar los miles de millones que salieron a comprar sus regalos de Navidad”, agregó.
“En todo caso, que conformen un partido político y vayan a elecciones, pero no utilicen la marginalidad”, advirtió y subrayó que si “que quieren provocar incendios, que acá tienen una presidenta brigadista”.