En la planificación del año que viene, la Provincia aceitará la máquina de recaudación impositiva, pues podrá aplicar la totalidad de la reforma impositiva que se votó a mediados de año en la Legislatura y que incluye aumentos en el Inmobiliario Rural, entre otros gravámenes, además de los últimos cambios tributarios que regirán desde 2013 para el Inmobiliario, Patente e Ingresos Brutos.
Después de los saqueos e incidentes en distintos comercios del Gran Buenos Aires en los días previos a la Navidad, el gobernador optó por no reproducir en su totalidad el guión redactado por el oficialismo K en la Casa Rosada, ya que si bien señaló que los violentos disturbios en distintos puntos del país fueron protagonizados por grupos convocados que buscaron “desestabilizar” y “generar una sensación de caos, de desorden”, evitó cargar las tintas contra los sindicalistas Hugo Moyano (CGT) y Pablo Micheli (CTA disidente), como sí hizo el gobierno nacional, optando por buscar culpables en lugar de soluciones.
Aunque no lo ponga en palabras, Scioli sabe que la inflación y la estructural furia delictiva en la provincia son dos factores centrales del malhumor ciudadano.
En términos políticos, y a diferencia del kirchnerismo ortodoxo, el gobernador patrocina el diálogo en pos de una buena convivencia democrática. Como botón de muestra reconoce en Francisco de Narváez (quien mantiene una postura muy crítica hacia el gobierno nacional) “responsabilidad institucional, siendo el principal opositor en la provincia cuando se atravesaron momentos difíciles a lo largo de este 2012.
Precisamente, la recuperación del diálogo, la convivencia democrática, el respeto por la opinión del otro, son valores que quedaron pisoteados por la lógica cultural kirchnerista.
Si se toma como referencia la dura pirotecnia mediática cotidiana entre intendentes, legisladores y otros actores del Frente para la Victoria K contra ministros y otras espadas que responden al gobernador, un intento de fusión del sciolismo puro con el dernavaísmo y referentes del PJ anti K es hasta predecible antes o poco después de las elecciones legislativa del año que viene.
En rigor, DS también consiguió el aval legislativo de la mayoría de las fuerzas de oposición en la aprobación de diversas leyes que le garantizaban la gobernabilidad en la provincia.
Merecidamente, el propio Scioli valoró el aporte que el Parlamento hizo a la gobernabilidad y a la institucionalidad “en el marco de un año difícil”, ante la mirada de diputados de todas las bancadas con representación política. Fue durante el tradicional brindis de fin de año organizado por el oficialismo legislativo y al que concurrió invitado por el titular de la Cámara de Diputados, Horacio González.
En días de balances, González (FpV-PJ) calificó de “intenso y muy positivo” este año legislativo en la provincia. A la hora de reflexionar sobre las temáticas abordadas, eligió a como destacada a la “ley de Acceso Justo al Hábitat”, justamente la que propició la esposa del expiquetero Luis D’Elia, la diputada Alicia Sánchez, del FpV, quien se puso al frente de la cruzada contra aquellos grandes emprendimientos inmobiliarios, los que deberán ceder tierras para la construcción de viviendas sociales.
También el mandamás de la Cámara de Diputados mencionó la aprobación por unanimidad del proyecto que habilita a votar a los jóvenes a partir de los 16 años en el ámbito bonaerense adecuando la legislación provincial a la nacional; el instituto del Juicio por Jurados (alentado por el diputado bahiense Iván Budassi) y la restricción al consumo de tabaco en lugares cerrados.
Párrafo aparte para otras iniciativas de gran incidencia en la vida cotidiana (tales los casos de la Protección legal de la vivienda familiar única, o la denominada de “muerte digna”, o la de Fertilidad Asistida) que fueron de autoría del legislador bahiense Marcelo Feliú.
En el ámbito legislativo es reconocido, por propios y extraños, que el titular de la estratégica comisión de Asuntos Constitucionales y Justicia –una de las dos más importantes de Diputados, junto con la de Presupuesto–, se transformó en una de las figuras clave dentro del andamiaje de la Cámara Baja de calle 53. Es que dentro del bloque oficialista, tiene clara facultad de intervención en la “mesa chica” para la toma de decisiones y negociación en asuntos claves.
Feliú ha consolidado su crecimiento desde una perspectiva política interna de la Sexta. Referenciado con el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, pero también con muy aceitada y fluida relación con otros sectores del universo K que han encontrado en él a un interlocutor intelectualmente preparado y operativamente eficaz para resolver acciones legislativas. No es un dato menor que Feliú se haya erigido en uno de los representantes directos del gobierno nacional en la Legislatura, quizás el escenario donde se dirime, en forma más constante, la compleja relación entre la Casa Rosada y la Gobernación, a partir de las manifiestas pretensiones presidenciales de Scioli.
Mañana, el vicegobernador Gabriel Mariotto también encabezará una “sesión especial” en el Senado en la que presentará “en sociedad” un detallado informe sobre el período legislativo 2012. Buscará sutilmente demostrar que durante su primer año al frente de la Cámara Alta no le puso “palos en la rueda” a la administración Scioli, más allá de los posicionamientos ideológicos del kirchnerismo puro.
“Este año hubo un cambio paradigmático, ya que la impronta de trabajo que le impuso Mariotto al Senado hizo que se trabajará con una dinámica e intensidad de la cuales creo que no hay antecedentes en la provincia”, subraya el bahiense Secretario Legislativo de la Cámara, Luis Calderaro.
El fuerte acompañamiento del Senado a las iniciativas del Ejecutivo quedará reflejado en virtud de los proyectos aprobados. De los 24 enviados se aprobaron 18 (el 80 por ciento), entre ellos, el Presupuesto, la ley Impositiva 2013 y la suba del Inmobiliario al campo, este último en medio de una fuerte batahola entre militantes K y chacareros en la protesta en inmediaciones del palacio legislativo.
Dos de los puntos en los que se hará eje será el fuerte debate impulsado a través de los “foros de participación ciudadana” que propició Mariotto en dos asuntos sensibles como la seguridad y la justicia. Justamente, una movida puntual del vice fue la creación de la denominada “comisión para el esclarecimiento del crimen de Candela Sol Rodríguez” (la niña que apareció asesinada el 31 de agosto de 2011 en un terreno de Hurlingham, tras varios días de permanecer desaparecida), que fue presidida por el senador de la Sexta Jorge Ruesga (FpV).
Casi en la orilla del receso parlamentario, es difícil imaginar qué ocurrirá con el “fuego cruzado” reciente entre sciolistas y ultrakirchneristas en el Senado, después que la legisladora de la agrupación “La Juan Domingo” Azucena Ehcosor de Acuña se atrevió a decir públicamente en el recinto de sesiones de la Cámara Alta unas cuantas verdades de la gestión kirchnerista, sobre “la carencia de una política planificada de transporte”.
Ese acto de “sincericidio” de la esposa del intendente de Hurlingham, Luis Acuña, desató la ira del “cristinismo salvaje” que pretende “expulsarla” del bloque oficialista con una sutil invitación que, por ahora, no incluye a los demás senadores sciolistas.
A los dichos de la titular de la bancada Cristina Fioramonti (la esposa del ultra K Carlos Kunkel) de que “Ehcosor está absolutamente afuera del bloque” se sumaron otros senadores K para respaldar esa decisión y alabar a la presidenta Cristina Fernández. Entre ellos, dos de la Sexta, la bahiense Diana Larraburu y su par Ruesga. Consideraron “absolutamente agraviante” escuchar las expresiones de Ehcosor. En términos similares se pronunció el senador monterhermoseño Alejandro Dichiara.
Lo que realmente queda en claro es que dentro del ejército oficialista de senadores del bloque del Frente para la Victoria, se impone una suerte de disciplina castrense. De ahora en más, aquel que intente opinar distinto dentro del recinto de sesiones –sin notificar antes a la mesa de labor parlamentaria de la bancada K– será “invitado” a llenar los bártulos y buscar nuevos horizontes dentro del palacio legislativo. Son interrogantes abiertos: ¿será la antesala de la ruptura del bloque de senadores del FpV – PJ? ¿Por efecto contagio llegará a extenderse hasta los diputados?
(*) Ricardo Salas es Periodista en La Nueva Provincia