Es que Marcelo Feliú se posicionó como uno de los hombres con línea directa de la Rosada, teniendo en cuenta las debilidades que últimamente muestra el presidente del bloque kirchnerista, Juan De Jesús. Por eso se encendió una luz de alerta en la rama más ultra K, y durante la semana pasada, el diputado y vicepresidente de la Cámara, José Ottavis, decidió parar la pelota y reorganizar el panorama con la intención de llevar a la práctica el lema oficial, hacer un punto y aparte y comenzar a trabajar unidos y organizados.
De esa comida participó La Cámpora de Diputados, con Ottavis a la cabeza, y un invitado especial que sorprendió a algunos, y a otros no tanto: Fernando “Chino” Navarro. Él por momentos fue el centro de la escena, ya que hizo las veces de orador, compartiendo sus vivencias personales y fundamentalmente su historia como militante dentro del peronismo, transmitiendo sus enseñanzas y contando sus secretos.
En realidad, su presencia no debería resultar extraña, ya que tanto el Movimiento Evita como La Cámpora se encuentran hoy alineados en Unidos y Organizados -el espacio ultra oficialista en apoyo a Cristina-, pero sí les llama la atención a los conocedores de las internas existentes dentro del propio oficialismo.
En un momento, Navarro remarcó con sinceridad que “la relación con José no fue buena desde el primer momento” y que “es más, hasta hemos llegado a proponernos irnos a las manos”, para resolver las diferencias “a las trompadas”. Hoy la situación es diferente, ya que encuentros como el de la semana pasada hacen que cada uno reconozca el liderazgo del otro, en el contexto de su espacio.
Además contó varias anécdotas y hasta compartió historias referidas a la militancia durante los complicados años setenta, por ejemplo hablando de Emilio Pérsico y aclarando que él viene del peronismo del Conurbano, con inicios en el Partido Intransigente (PI), incluso alineado en su momento con el duhaldismo en Lomas de Zamora.
En ese sentido, tanto Ottavis como Navarro coincidieron en dejar de lado estas disputas internas y, con la excusa de la comida, llevaron a cabo un armonioso encuentro que sirve para consolidar su posición mientras el randazzismo avanza en las últimas semanas a paso firme en el bloque. “Sabemos que más que nunca tenemos que trabajar juntos, por Néstor, Cristina y lo importante que hoy es estar unidos y organizados para el triunfo del proyecto nacional”, afirmaron, ya con el asado consumado y las diferencias dejadas de lado.