Estaba todo listo para que el ex senador y ahora ex presidente del Instituto de Previsión Social, Javier Mazza, desembarcara en la Dirección General de Administración de la cartera educativa bonaerense, pero el destino del oriundo de esa ciudad costera cambió de rumbo.
La directora General de Cultura y Educación está encabezada por la bella Silvina Gvirtz (hermana del productor de 678); la misma llegó a ocupar ese estratégico e importante cargo, en gran parte por sus pergaminos personales cosechados con el correr del tiempo, pero indudablemente hay quienes afirman que hubo un plus que la catapultó definitivamente en aquel cargo: el respaldo brindado por el flamante vice gobernador bonaerense Gabriel Mariotto. Eso marcó la diferencia, la aventajó sobre el resto y selló su futuro.
Al momento de armar su gabinete había un número puesto; se habló que el encargado de llevar adelante la parte administrativa contable sería el necochense Javier Mazza. Pero cuando todo parecía estar cerrado, el kirchnerismo de esa ciudad le saco bolilla negra.
Las versiones del por qué de esta jugada son variadas. Algunos dicen que fue el mismísimo Roberto Porcaro, quien junto al intendente Tellechea se comunicó con el Mariotto y sellaron la suerte de Mazza, dejándolo fuera del equipo del área educativa.
Con este panorama, Mazza rumbeó por otros caminos, a tal punto que derivó en el mundo del fútbol para dejar atrás el golpe político que recibió en su ciudad. Hace alrededor de dos semanas fue confirmado por el ex intendente de Avellaneda, Cacho Álvarez, como su vicepresidente en la lista Nueva Generación Roja –luego de la renuncia de Julio Comparada-, para conducir al Club Atlético Independiente a partir del domingo 18 de diciembre.