Mientras el gobernador de Neuquén, Rolando Figueroa, atraviesa el vendaval del primer trimestre de gestión en el que debe superar la batalla paritaria con sindicatos de las plantas estatal y docente, el peronismo local analiza la coyuntura con ojo crítico y posiciona en silencio una estructura que le permita no depender de aliados K referenciados en el senador Oscar Parrilli. Para retener las dos bancas que posee el espacio en el Senado en 2025, además de consolidar una propuesta pura a largo plazo, se cocina la estrategia electoral del tiempo que se viene.
Se trata del partido NQN (Nosotros Queremos Neuquén), una herramienta que le permitirá sumar músculo a un modelo puro pensando en las dificultades que tuvo el Partido Justicialista (PJ) para posicionarse en los cambiantes formatos de alianza panperonista, que compitieron sin éxito contra el Movimiento Popular Neuquino (MPN) y sus variables, como el frente Neuquinizate del gobernador Figueroa.
Cohesionado en la Legislatura, el espacio trabaja para mostrarse crítico de la gestión que lleva casi dos meses. En un verano caliente, donde se aprobó sin contratiempos la emergencia sanitaria, el bloque que conduce el exsecretario de Energía Darío Martínez empezó a mostrarse reticente a las políticas de Figueroa, a pesar de las reuniones que todo el sector mantuvo con el hijo descarriado del MPN.
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“Tenemos una oportunidad y una gran responsabilidad”, repiten las espadas legislativas del Frente de Todos Neuquino. El bloque se completa con Darío Peralta y Lorena Parrilli, hija del senador nacional Parrilli.
Como explicó Letra P, la división interna del justicialismo exacerbó diferencias entre actuales aliados que acordaron durante los últimos procesos electorales. Martínez se quedó con la conducción del PJ, pero no logró imponer un candidato a gobernador y cedió ante la presión de Parrilli, que acordó lugares con el actual intendente de Cutral Co, Ramón Rioseco, en 2023.
La idea, advierten en la sede partidaria, es condicionar a los mentores de antaño a negociar con las autoridades del PJ y NQN, sobre todo en la lejana elección provincial de 2027, en la que se incluye la renovación de autoridades en la capital neuquina. Para ese escenario, el actual intendente, Mariano Gaido, emerge como el principal interrogante al igual que el MPN, que busca su destino.
A corto plazo, mientras el ajuste hace mella en la Patagonia, empieza la rosca por la elección que pondrá a Neuquén en la negociación del Senado. Para esos tres lugares hay varios nombres con posibilidades para suplantar a Parrilli y a Silvia Sapag, que integra el equipo de Martínez.