Primero fue la Unión Industrial de Entre Ríos (UIER) y después el Consejo Empresario de Entre Ríos (CEER) los que levantaron el perfil, algo que no siempre prefieren hacer. Lo propio hizo luego la Bolsa de Cereales y, más tarde, la Bolsa de Comercio. Aunque son instituciones con vida pública y que suelen expresarse, pedir el voto por una ley a un sector político, al PJ en este caso, es un paso más allá de su acostumbrado perfil.
Otros sectores, con menor peso específico en Paraná pero muy relevantes en la provincia, también juegan su juego y apuestan tanto a las condiciones del mercado interno como a las posibilidades de exportar. Al fin y al cabo, conseguir dólares, aunque sea un puñado, vale mucho. Por eso, juegan un rol importante sectores con mayor arraigo en la costa del Uruguay, como el arandanero, el citrícola y el forestal, que luego del conflicto por las pasteras con la República Oriental del Uruguay perdió posibilidades de negocios y hoy, aunque sea en potencial, podría aplicar al RIGI.
El rol del Consejo Empresario de Entre Ríos
El CEER, un espacio que tiene menor injerencia y poder real que los industriales, suele publicar informes donde cuestiona la cantidad de personal estatal por habitante en relación al empleo privado y en comparación con las provincias hermanas de Santa Fe y de Córdoba. Entre Ríos siempre tuvo una peor relación entre estas variables, sumado al poco crecimiento del empleo privado. Música para los oídos de Frigerio con una de sus canciones preferidas: Entre Ríos es la hermana pobre de la Región Centro.
Esta entidad, durante el mandato de Mauricio Macri, fue presidida por Juan Diego Etchevehere, hermano de Luis Miguel, el entonces ministro de Agricultura amarillo. Luego, intentó despegarse de las referencias partidarias, pero la anterior presidenta, Noelia Zapata, es hoy secretaria de Energía de Frigerio. Con matices hacia adentro, rige una correspondencia con las ideas más liberales.
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Noelia Zapata, expresidenta del Consejo Empresario de Entre Ríos es ahora secretaria de Energía del gobierno de Rogelio Frigerio.
Desde abril de este año el CEER es presidido por Ramiro Reiss, de la empresa Haimovich Hermanos, que se dedica a la venta de automóviles y pickups, justamente un segmento que creció en los últimos 20 años. Aunque con presencia en toda la provincia, la naturaleza del negocio le quita el halo de sector estratégico para intervenir en la vida pública.
La UIER, en tanto, aplica una alianza constructiva para fines específicos. Fueron los industriales encabezados por su presidente Gabriel Bourdin quienes en 2023 impulsaron la ley de Promoción Industrial durante la gobernación de Gustavo Bordet. Norma que hoy todos quieren modificar, aunque engancha también la adhesión provincial al RIGI libertario.
Círculo Rojo: quién es Gabriel Bourdin
Bourdin lidera la empresa Petropack, una productora de packaging de la ciudad de Paraná que provee envases principalmente a la industria de la alimentación y también a otros rubros, exportando gran parte de su producción. Emplea a más de 600 personas. No es proveedor del Estado y, aunque comprende que hay rubros en donde ello es imposible, sin jactarse lo muestra como un activo personal y de su compañía. Esa posición le da un changüí para plantarse y decir cosas.
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Gabriel Bourdin, presidente de la Unión Industrial de Entre Ríos.
Siempre con perfil dialoguista con todo el arco político, en su momento opinó que la irrupción de Frigerio en la política entrerriana obligó al peronismo a poner un candidato de calidad, en alusión al entonces intendente capitalino Adán Bahl. Gesto de cercanía a los dos. Así, con la misma impronta con que en 2023 trabajó por la ley de promoción industrial y de radicación de parques industriales, hoy se siente en la libertad de plantear un aggiornamento de la normativa.
Citrus, rey de la Costa del Uruguay
El sector más poderoso de la costa del Uruguay es el citrícola. La producción de citrus para consumo interno y, sobre todo, para la exportación, es determinante en las economías regionales de las zonas de Concordia y Federación. En este último departamento se concentra la mayor cantidad de quintas productivas y desde allí surgen las principales figuras de la dirigencia gremial del sector.
Las dos entidades que dan vida institucional al sector son la Federación del Citrus de Entre Ríos (Fecier) y la Cámara de Exportadores de Citrus del NEA (Cecnea). Esta última posee más orientación liberal que la primera, donde se nuclean las distintas asociaciones de productores de la provincia y se enfoca en representar intereses de la producción y venta en el mercado interno. Históricamente, todos los gobernadores se sientan con ambas cámaras a escuchar los principales reclamos en común que se sintetizan en la necesidad de apertura de mercados y mejores condiciones de producción.
La exportación de fruta fresca, sobre todo de mandarinas, naranjas y pomelos, marca el pulso de las economías regionales de la zona. En los últimos años, la gran deuda pendiente es lograr el ingreso de los cítricos dulces a Estados Unidos, una promesa histórica que encuentra enfrente un fuerte lobby de productores locales. La otra gran deuda es con los trabajadores por lograr mayores niveles de formalización laboral, sobre todo en las tareas de cosecha.
El presidente de la Fecier es Pablo Molo, un productor de Chajarí. La Cecnea, a la que Frigerio recibió hace un par de semanas y que tiene mayor poder de presión, es presidida por Enrique Yelín, presidente de Argencitrus. Su gerente general es un histórico del sector productivo de Concordia, Roberto Varela, un ingeniero muy respetado con trayectoria académica de renombre en la UNER, y que además viene de ser tentado por la gestión del intendente de Concordia, Francisco Azcué, a quien le dijo que no para seguir adelante con la gestión de la cámara.
Arándanos y forestación, la otra escala de la producción en Entre Ríos
Aunque con menor incidencia en la aguja de la producción, los arándanos llegaron a la provincia con el auge de principios de los 2000. La Asociación de Productores de Arándanos de la Mesopotamia Argentina (APAMA) nuclea a unos 50 productores, la mayoría con inversiones que llegaron de fuera de la provincia, que en total siembran unas 800 hectáreas aproximadamente, aunque con caída sostenida en los últimos años. El 70% de la producción es con destino de exportación a mercados asiáticos y Estados Unidos, principalmente.
El presidente de APAMA es Alejandro Pannunzio, presidente de la empresa Berries del Sol e ingeniero especialista en riego. Es uno de los voceros del sector también a nivel nacional. Su comportamiento ha sido similar con todos los oficialismos: acompañamiento correcto y recordatorio constante de las demandas del sector, que suelen apuntar a mejorar los costos de producción y aumentar márgenes de rentabilidad. Pannunzio suele acceder a las fotos oficiales y se muestra siempre dialoguista.
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Alejandro Pannunzio, presidente de APAMA, con Mauricio Macri durante una visita del expresidente a Entre Ríos.
El sector forestoindustrial, en tanto, está compuesto por 800 empresas en Entre Ríos de las cuales 135 son industrias que emplean, en total, a miles de personas como operarias. Actualmente hay 130 mil hectáreas de plantaciones en la provincia. Los departamentos donde se concentra la actividad son Federación, Concordia e Ibicuy.
En este sector la representación también está dividida en dos. La Asociación Forestal Argentina (AFOA) nuclea a toda la actividad primaria, desde la plantación de eucaliptos y la comercialización de la madera. Con el gobierno se relaciona a través de la Secretaría de Agricultura y se encarga de monitorear que se cumpla la Ley 25.080 de subsidio a la forestación, ahora en suspenso por el recorte del presidente Javier Milei. El presidente anterior, hasta el año pasado, era un productor pyme de origen radical cuyas simpatías se acercaban a las posiciones del peronismo. El nuevo referente de la regional Uruguay es Fernando González, gerente de la empresa Ybyraty, del grupo Marguliz, con una orientación más liberal.
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El exgobernador Gustavo Bordet visitó hace unos días una de las madereras más importantes de la costa del Uruguay. Allí, uno de los referentes gremiales le dijo que las demandas del sector no estaban siendo atendidas.
La otra pata fuerte de la forestación la aporta la asociación de Industriales Madereros y Forestales de Entre Ríos (IMFER), cuya base de operaciones está en Federación. Nuclea básicamente a los aserraderos formales, aunque la mayoría en la provincia continúa en la informalidad. El IMFER integra la UIER y tiene una visión industrialista.
Quienes conocen el sector sostienen que el alineamiento de sus socios ha sido el de acompañar la llegada de Frigerio al gobierno. Sin embargo, uno de los máximos exponentes es Pablo Bovino, de Aserradero Ubajay, quien lleva adelante su segundo mandato como concejal del bloque peronista en Concordia. Otro de los referentes es Javier Fracalossi, de Fracalossi Maderas, quien recibió hace algunos días a Gustavo Bordet y le planteó que las demandas del sector “no están siendo atendidas”.