Mientras el vocero presidencial Manuel Adorni y el secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo buscan contrarrestar los cuestionamientos por los problemas de suministro atribuyéndole responsabilidad a la gestión de Alberto Fernández; los cortes de gas a fábricas y estaciones de GNC expusieron la interna entre funcionarios del área energética, el ministro Toto Caputo y la empresa estatal Enarsa.
Sin identificar con nombre y apellido a las autoridades nacionales, las cámaras industriales del interior del país y las entidades que agrupan a los expendedores de combustibles señalaron a la administración libertaria como responsable principal por la interrupción del abastecimiento gasífero. Le endilgan errores de planificación y una gestión operativa deficiente a la hora de anticiparse a los hechos y tomar las medidas necesarias para evitar los cortes.
Las complicaciones por las restricciones gasíferas, que habían comenzado a aflorar la semana pasada con los primeros días de bajas temperaturas, se agravaron este martes por la decisión de la brasileña Petrobras de no entregar un cargamento de GNL en planta regasificadora de Escobar. La compañía argumentó no haber recibido en tiempo y forma la carta de crédito bancaria que avalaba el pago del suministro.
Problemas en el abastecimiento de gas
Ese contratiempo que según Adorni y Enarsa quedaría resuelto en las próximas horas, puso al descubierto la fragilidad que registra el actual abastecimiento de gas y dejó a la red de gasoductos con 14 millones de metros cúbicos (MM3D) menos de los que se necesitaban para atender la demanda diaria.
La menor inyección de gas en Escobar, sumada a una serie de problemas técnicos que tuvieron durante la tarde dos plantas compresoras de TGN, llevaron a la administración libertaria a tener que aplicar un diagrama amplio de cortes a los grandes clientes industriales y a casi todas las estaciones de GNC del país.
Pases de facturas entre Energía y Economía
Según pudo reconstruir Letra P, el problema se generó en cruce de culpas a tres bandas entre las áreas de Economía y Energía.
Con Caputo de gira por Estados Unidos con el presidente Javier Milei, fuentes de la Jefatura de Asesores de la cartera económica, a cargo de Diego Aduriz, responsabilizaron por los cortes y el costo político que debe afrontar el Gobierno a la conducción de Enarsa que encabeza Juan Carlos Doncel Jones, el antiguo funcionario de Domingo Cavallo que saltó del estudio Conte Grand al gabinete energético con el apoyo de Rodríguez Chirillo. El cuestionamiento de Economía es por no haber chequeado y controlado que la carta de crédito a Petrobras estuviera lista en tiempo y forma.
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Fuentes de Enarsa consultadas por este medio aseguraron que el trámite se hizo como correspondía y que detrás del rechazo inicial de la petrolera brasileña, habría otras razones que no son económicas. Además, plantearon que la compra a Petrobras la tuvieron que hacer contrarreloj y en forma directa; algo atípico porque desde hace varios años esas adquisiciones se efectúan por medio de licitaciones públicas internacionales debido a un requerimiento expreso de Energía, para poder cubrir la mayor demanda de gas que no habían previsto los técnicos del área.
Eduardo Rodríguez Chirillo vs. Toto Caputo
Desde el entorno de Chirillo le apuntaron a Caputo por los recortes que viene aplicando desde diciembre en las partidas presupuestarias destinadas a la terminación de las obras complementarias en los gasoductos que quedaron pendientes de la gestión massista y a las compras anticipadas de GNL y combustibles líquidos que están a cargo de Enarsa y la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico SA (Cammesa).
“Si Economía hubiera destrabado u$s40 millones solicitados a principios de año para concluir tres plantas compresoras, actualmente el gasoducto que viene de Vaca Muerta estaría transportando 11 millones de metros cúbicos diarios más que el año pasado y no sería necesarios importar”, admitieron en off the record en los pasillos de Energía.
Más allá de los chispazos internos, lo que queda claro es que el Gobierno de Milei hizo hincapié en el ajuste fiscal y no tuvo en cuenta los informes y alertas que anticipaban la llegada de bajas temperaturas antes de lo habitual y de un invierno más intenso que otros años.
Esta es otra de las razones por las que tuvo que salir a adquirir de apuro diez cargamentos más de GNL y 12 barcos adicionales de gasoil y fueloil para tratar de garantizar el abastecimiento de junio y los primeros días de julio a un costo no previsto que rondaría los u$s800 millones.