El ministro de Economía, Sergio Massa, delineó una serie de medidas destinadas a fomentar el consumo en un contexto inescindible de lo electoral, que anticipa una caída en los próximos meses. Mientras la inflación sigue acelerando y carcome el poder adquisitivo de los salarios, el titular de Hacienda se queda sin cintura y, atado al déficit fiscal y al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), anota un punto más en su listado con el que se mide para una eventual candidatura, pero sin novedades para los ingresos.
Ahora, Massa suma la ampliación en un 30% de los límites de compras en cuotas de tarjetas de créditos y 25% para las operaciones en un solo pago. El objetivo será acompañar la rebaja en la tasa de interés del programa Ahora 12 y de esta forma suplir el faltante más llamativo en ese paquete antinflacionario que anunció la semana pasada y que aún tiene implementación incompleta: una medida para el problema grave de los ingresos.
Con el foco en esa ausencia, el kirchnerismo se encargó de reavivar el pedido de un aumento de suma fija que equipare los ingresos. Cerca del tigrense aseguran que "todavía no hay novedades" sobre esa opción, aunque -como adelantó Letra P- habría una coordinación con La Cámpora. El presidente Alberto Fernández, en tanto, se encargó de desterrar esa posibilidad: “La suma fija tampoco arregla nada", aseveró. Según pudo saber este medio, desde la Confederación General del Trabajo (CGT) no acompañan el pedido; pero en las últimas reuniones con Massa le reiteraron la necesidad de establecer un "umbral de salarios". "Sobre todo para los trabajadores municipales", confió una fuente gremial.
Sin embargo, todas las políticas de ingresos en análisis chocan con la pared del gasto público y del FMI. Luego de incumplir la meta del déficit fiscal en alrededor de un 56% para el primer trimestre, este lunes se conocerán los datos del Sector Público Nacional (SPN) de abril, que estacionalmente muestra mayor déficit. Será un punto clave para la renegociación del programa con el organismo crediticio del programa en curso; que también pide más ajuste para llegar al 1,9% del Producto Bruto Interno (PBI) a fin de año.
Restringido el gasto, Massa apunta al consumo que, pese a sostenerse en los próximos meses, puede caer a medida que se acercan las elecciones presidenciales. De acuerdo al indicador del Consumo que mide la Cámara Argentina de Comercio (CAC), en abril la medición mostró un avance de 1,5% en la comparación interanual y suma un 2,6% en la variación desestacionalizada. Aunque los números son positivos, son cotejados con el boom de la salida de la pandemia y para mayo, se estima, las expectativas son negativas.
"En buena medida porque el poder de compra de los hogares, que muestra un nivel de correlación no menor con el de consumo, entró en terreno negativo hace ya ocho meses", indicó el informe. La entidad que conduce el integrante del Círculo Rojo Mario Grinman advirtió que esto se debe a que "el ahorro se contrajo a la mínima expresión" y consideró que "el encarecimiento relativo de bienes aspiracionales de la clase media argentina (inmuebles, viajes al exterior, autos) disminuye el incentivo a ahorrar y, en el proceso, aumenta los niveles de consumo".
Para la consultora Ecolatina, luego de una recuperación "robusta" post emergencia sanitaria, se observó un retroceso en la última parte de 2022, que se "profundizará" en los últimos meses con niveles de ingresos que siguen perdiendo contra la inflación. "La fuerte aceleración inflacionaria generó un 'sesgo pro-consumo', en el que el acotado horizonte de planificación de los hogares y la falta de crédito a largo plazo incentiva a desprenderse rápidamente de los pesos sobrantes, volcándolos al consumo y disfrute más inmediato de algún bien o servicio, contracara de los exiguos niveles de ahorro de la población frente a la falta de previsibilidad", afirmó.
Con ese "veranito" de consumo a punto de deprimirse, Massa apuntará a sostener esa demanda mientras la "operatividad" de las medidas destinadas a mejorar la oferta para bajar los precios, sigue sin resolverse. El problema de los salarios seguirá latente y el gasto, restringido.