"La licuadora y la motosierra no se negocian", dijo el presidente Javier Milei en febrero. Dos meses después, en la cadena nacional que armó para anunciar el superávit fiscal del 0,2% del PBI en el primer trimestre, negó que la licuación de los salarios y de la plata de los jubilados sean el eje del ajuste.
El giro en el discurso presidencial está en una de las frases más resonantes de su mensaje al país. "Este milagro económico que ha sido lograr superávit y financiero trimestral luego de casi 20 años, habiendo recibido la herencia que recibimos, responde, a diferencia de lo que suelen afirmar los que quieren el fracaso de este gobierno, en enorme medida a lo que durante la campaña llamamos 'motosierra' y no como dicen algunos a la licuación del gasto público, método que históricamente se ha utilizado en nuestro país", afirmó.
El ajuste mirado por analistas
¿Qué pasó en los dos meses entre una declaración y la otra? La directora de Eco Go, Marina Dal Poggetto, señaló que hay muchos problemas en el programa económico que difícilmente son "sostenibles" en el mediano plazo y carecen de una agenda de la microeconomía.
"Te pasaste de rosca con la desregulación. Hoy los precios relativos no están alineados y no tenés una agenda micro. Tuviste que llamar a las prepagas para retrotraer los precios”, dijo a Letra P la analista.
Martín Kalos, director de EpyCA Consultores, advirtió que Milei "parecería estar negando la importancia de los componentes que generaron la mayor parte del ajuste".
"La licuación de las jubilaciones representaron un tercio del ajuste del gasto. Algunos programas de gasto que no se actualizaron y les dieron orden de ir ajustando, algunos lo calificaron de motosierra, pero hay una parte de licuación también ahí", aseguró.
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Los límites de la licuadora
El límite de la paciencia de quienes aún confían en la gestión de La Libertad Avanza es un tema que atraviesa los análisis económicos. El consultor de Aresco, Federico Aurelio, midió la reacción de un universo de personas encuestadas en relación con la pérdida del poder adquisitivo en los últimos meses.
“Solamente un 10% de los argentinos manifiestan que tienen igual o mejor poder adquisitivo que hace unos meses. El 66% dice que está peor y el 19% dice que están relativamente bien, comparado con otra gente”, explicó durante su exposición en el evento “Finanzas Públicas Provinciales: desafíos y oportunidades” organizado por Adcap Grupo Financiero y DLA Piper.
Aurelio señaló que hay un gap (una diferencia) grande entre los tiempos que "realmente espera la gente una mejora en la economía y lo que considera que puede esperarla". Un 35% valora positivamente la gestión y seguirá apoyando aunque falte para la recuperación económica. Un 13% tiene una opinión positiva, pero duda si puede esperar hasta fin de año para ver resultados. Un 6% está de acuerdo, pero no sostendrá el respaldo hasta diciembre y el 43%, no da el visto bueno a la gestión.
“No va a ser suficiente la reducción de la inflación para que se sostenga el humor social, sino que en el segundo semestre se vea que hay una recuperación de la actividad económica", indicó analista.
La tierra prometida no está a la vista
El socio fundador de Equilibra, Diego Bossio, habló en el Alvear Palace Hotel sobre los "riesgos" que tuvo el ordenamiento fiscal y planteó que "la caída del salario real y jubilaciones advierten que la popularidad puede empezar a debilitarse".
"El nivel de actividad empieza a socavar la imagen del Presidente", indicó en el panel que compartió con Aurelio.
“La gente sabía que necesitaba ordenarse, la pregunta es si es sostenible o no ese ordenamiento y si la tierra prometida está o no a la vista”, opinó.