La falta de combustibles que se viene registrando en las estaciones de servicio de gran parte del país está ligada a la decisión del ministro candidato Sergio Massa de acordar con las compañías del sector un congelamiento de precios de los combustibles hasta el 31 de octubre que, en la práctica, ni las petroleras privadas ni YPF cumplieron. A este cuadro de situación se suma el salto doble registrado en el índice inflacionario y la cotización del dólar paralelo que llevaron más incertidumbre a este mercado en el camino al ballotage del 19 de noviembre. La situación apuró un encuentro este viernes entre el Ejecutivo y las empresas para encontrar una solución.
Propietarias de estaciones de servicios y especialistas energéticos consultados por Letra P coinciden en señalar tres factores relevantes a la hora de analizar los motivos que provocaron el resquebrajamiento del mercado de combustibles y las postales que se ven en los surtidores, especialmente del interior del país, de los que Letra P viene dando cuenta desde fines de septiembre.
En primer lugar, le atribuyen responsabilidad a Massa por haber dejado al segmento mayorista al margen del congelamiento de precios dispuesto tras las PASO. Lo que resignaron con las ventas minoristas en los surtidores, las petroleras –argumentan- lo compensaron con aumentos de hasta el 30% en el gasoil suministrado a los grandes clientes del ámbito rural y del transporte de cargas.
Las fuentes consultadas consignan como segundo factor el hecho de que quedó lejos el valor interno de US$ 56 fijado para el barril criollo con respecto al precio internacional del crudo, que desde mediados de agosto osciló entre los US$ 84 y US$ 90. Ante esa situación, las petroleras habrían comenzado a privilegiar las ventas de crudo local a los mercados externos, colocando mayores volúmenes de exportación en detrimento de la provisión interna.
El tercer aspecto que ponen en análisis es la incidencia que tuvo el salto doble registrado en el índice inflacionario y la cotización del dólar paralelo, que retroalimentaron las subas de los precios internos y encarecieron los costos operativos y salariales del sector.
La reacción oficial
Este viernes, ante la escasez que muestran las estaciones de servicio en distintos puntos del país, el Gobierno acordó con las petroleras la importación de diez barcos con combustible. La medida busca paliar la carecia de fluidos frente a los "consumos inusuales" que alimentaron las expectativas de devaluación que provocó el domingo electoral en algunos sectores, ante la posibilidad, finalmente descartada en las urnas, de un triunfo en primera vuelta de Javier Milei.
La secretaria de Energía, Flavia Royón, recibió a las principales operadoras de combustibles del país, con las que evaluó que el aumento reciente de la demanda, con incrementos de hasta el 15% respecto de 2022; el mayor consumo producto del fin de semana largo que marcó un récord de turismo en todo el país y una mayor actividad del campo impactaron en la distribución de combustibles.
Estuvieron presentes en el encuentro Pablo González (YPF), Martín Urdapilleta (Trafigura), Marcos Bulgheroni (PAE) y Andrés Cavallari (Raízen).
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Según informó la cartera económica, en la reunión se acordó, además de la importación de los barcos de combustible, frenar las paradas técnicas en los próximos días y aumentar la capacidad de las principales refinerías del país. Además, se le dio a Axion la posibilidad de aumentar el volumen de refinación. Las autoridades buscaron llevar tranquilidad a la población y afirmaron que no habrá desabastecimiento.
Las razones de YPF y las petroleras privadas
La decisión de YPF de romper el congelamiento, con un aumento de hasta el 5% aplicado horas después de las elecciones, fue apuntalada por una nueva ronda de ajustes del 3% al 6% de Shell, Axion y Puma; que ya habían aumentado sus precios hasta un 8% hace un mes. Esto se da en medio de un cortocircuito con el Banco Central de la República Argentina (BCRA) por la demora en la entrega de los dólares destinados a cubrir las importaciones de gasoil.
Fuentes del sector consultadas por Letra P dijeron que YPF tiene frenado el ingreso de tres barcos de gasoil, a la espera de que la entidad monetaria les permita el acceso a los dólares oficiales para poder abonar los cargamentos. También advierten que en una situación similar estaría un buque con combustibles cuya importación está en cabeza de una petrolera privada.
Nafta combustible falta
Filas de automóviles frente a las estaciones de servicio
Las petroleras sostienen que los aumentos son “inevitables” y que no se pueden seguir postergando. Apuntan que frente a una inflación acumulada entre enero y octubre que ronda el 115%, los precios en las estaciones de servicios subieron solo un 60% promedio. De acuerdo con los números que manejan los técnicos de las petroleras, para recuperar el retraso y empezar a encolumnar los valores internos con los internacionales se debería aplicar un ajuste no inferior al 55%.
Las empresas quieren dar ese paso en los primeros días de noviembre, con un nuevo retoque del 10% promedio en las naftas y gasoil. Así se hicieron saber en las últimas horas a las autoridades de Energía que ahora aguardan las instrucciones de Massa para ver si se sientan a negociar una tregua hasta después del ballotage.
Postales de la escasez y reclamo agropecuario
Mientras tanto se sigue profundizando la falta de combustibles que afecta al interior del país, con postales que se repiten en varias provincias: menos entregas que las habituales por parte de las refinerías, demoras en la reposición, expendio con cupos, mangueras cruzadas y hasta adelanto de francos y vacaciones del personal de las estaciones de servicio inactivas.
A las quejas de las transportistas de cargas y las empresas de ómnibus de larga distancia por los problemas que enfrentan para poder completar los tanques de sus vehículos, se suman ahora los reclamos de las entidades agropecuarias.
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La Sociedad Rural Argentina (SRA) advirtió que “la falta de gasoil que se está presentando en varias partes del país podría generar serios problemas en el desarrollo de la campaña agrícola 2023/24 que está en marcha con las siembras de soja y maíz y la recolección de trigo”.
Según el Instituto de Estudios Económicos de la SRA, el campo es el principal demandante de gasoil en el mercado doméstico. Consume 3,8 millones de metros cúbicos anuales, que representan casi el 30% del total que se comercializa internamente. Anualmente, las productoras rurales gastan en combustibles el equivalente a US$ 3535 millones.
Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) también alertó que “en un país que maneja su logística mayoritariamente por fletes en camión y con una matriz productiva netamente agropecuaria, la falta de un insumo básico como es el gasoil genera un caos productivo en la siembra, la distribución, el abastecimiento de alimentos y la vida de todos los días”.
La entidad dirigida por Jorge Chemes denunció que “la venta con cupos general abusos y los productores se ven obligados a pagar precios elevados en el mercado negro lo que encarece los costos de producción y reduce los márgenes de rentabilidad”.