En un escenario cada vez más caldeado por la ruptura del congelamiento de precios y la falta de gasoil y naftas que se va agudizando en el interior del país, los camiones suman más presión inflacionaria al Gobierno. En una suerte de anticipo de lo que arrojará el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de septiembre, que el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) difundirá una semana antes de elecciones, los costos del transporte de cargas registraron el mes pasado un incremento del 11,10% y alcanzan una suba en lo que va del año de casi el 114%.
Según el índice de los costos operativos de las empresas de camiones que elabora la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (Fadeeac), septiembre fue el cuarto mes del año en el que se registró una variación de dos dígitos, tras las marcas de 10,2% de febrero; 11,85% de mayo y 20,3% de agosto. Con el salto del 11,10% del mes pasado, los costos del transporte de cargas que impactan en las tarifas de los fletes de todos los bienes y productos de la economía local acumulan un aumento interanual del 160%.
El desagregado del índice que audita la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA) puso de manifiesto la incidencia de un ítem que en octubre va camino a impactar a pleno en la mayor parte de los sectores productivos y de servicios. Se trata de las recomposiciones salariales que la mayoría de los gremios acordaron luego de la devaluación dispuesta tras las PASO y que comienzan a tallar fuerte desde este mes.
En el caso de los transportistas de cargas, “los sueldos” encabezaron las subas de setiembre con un alza directa del 25%, seguida de cerca por los “costos financieros” que aumentaron 23,6%. En los restantes rubros operativos, los incrementos registrados fueron: Seguros, 15,28%; Gastos Generales, 12,54%; Reparaciones, 7,47%; Material Rodante, 5,12%, Lubricantes, 3,65%; Combustibles, 2,4% y Neumáticos, 2,25%.
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Reclamo empresarial
En medio la rebelión de los surtidores del interior que con ajustes del 5% vienen horadando desde la semana pasada el congelamiento de precios de los combustibles, la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (Fadeeac) salió a reclamarle tanto al ministro candidato Sergio Massa como al titular de la cartera de Transporte, Diego Giuliano, que intervengan de "manera urgente para normalizar el abastecimiento de gasoil y evitar que se resienta el abastecimiento normal de mercaderías en general".
Por medio de una nota remitida a los dos funcionarios, la entidad denunció "la enorme preocupación y perjuicio social y económico que provoca el faltante de gasoil” y advirtió: "Nuevamente toda nuestra actividad –que moviliza más del 90% de la economía del país- se ve alterada por dificultades para poner en marcha las unidades ante la falta de un suministro clave como es el combustible".
Disputa entre refinerías, petroleras y estaciones
Para los directivos de la Fadeeac las complicaciones con el suministro de gasoil se agudizaron a partir de la suba del 35% que implementaron las petroleras en el precio del gasoil mayorista, frente al incremento de solo el 18% que rige desde agosto en las estaciones de servicios; lo cual produjo –aseguran- un “desvío natural en la modalidad de repostaje, aumentos injustificados, cupos y maniobras espurias de diferente naturaleza".
El reclamo de las compañías de cargas apuntó contra el accionar de YPF. "La mayoría de nuestros camiones cargan combustibles en estaciones de servicio de la empresa nacional de bandera y es allí donde se encuentran las mayores dificultades para la provisión de gasoil, especialmente tipo 2, el más utilizado por el sector", planteó la federación empresarial del transporte de cargas.
Camiones a la vera de las rutas
"Los transportistas- destacó la Fadeeac- quedan limitados a optar entre reabastecerse en otras petroleras a costos sustancialmente más elevados o esperar a la vera de la ruta el repostaje de los tanques de YPF con los consabidos problemas que ello genera: inseguridad vial para la unidad, la carga y para el propio conductor".
Problemas de abastecimiento
Los reportes de las cámaras del interior ponen de manifiesto los problemas de abastecimiento. Abarcan desde cupos de entrega, demoras de varias horas para poder cargar y hasta la falta total de combustible que afecta a la mayoría de las estaciones de las provincias de Buenos Aires, Chaco, Chubut, Córdoba, Entre Ríos, Jujuy, La Pampa, Mendoza, Misiones, Neuquén, Salta, San Luis, Santa Fe, Santiago del Estero y Tucumán.
Desde el sector de las refinerías sostienen que la falta de combustibles se debe a que las petroleras optan por privilegiar las ventas de crudo a los mercados externos a US$ 90 el barril en detrimento de la provisión interna que deberían efectuar a US$ 56; el valor del “barril criollo transitorio” que habían acordado con el Gobierno.
Mientras la ministra de Energía, Flavia Royón trata de encarrilar una solución sin interrumpir las exportaciones de crudo; la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines (CECHA) advirtió que las distorsiones de precios entre las ventas a granel y el expendio minorista están generando un peligroso “quiebre de stock” de combustibles que pone en riesgo la supervivencia de las estaciones de servicios.
Ante esa situación, la entidad salió a reclamar la instrumentación de tres “medidas de urgencia": una reducción de las cargas impositivas, la agilización de importaciones de naftas y gasoil para completar la oferta local y el fin del congelamiento de precios que Massa acordó con las petroleras hasta 31 de octubre.
Más allá de la recepción que pueda tener ese planteo, los estacioneros del interior no pronostican una intervención rápida de las autoridades energéticas para solucionar el problema; a menos que los deslizamientos de precios comiencen a trasladarse a los surtidores del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), donde se concentra casi el 40% de los votantes que tanto Massa como el gobernador bonaerense Axel Kicillof buscan seducir para no formar parte del lote de los derrotados que surgirá de las urnas dentro de dos domingos.