No votar en las PASO del 13 de agosto costará 50 pesos. Es poco más de lo que sale un caramelo Sugus y 30 pesos menos que un alfajor Guaymallén, el más popular del mercado. El valor de la sanción es el mismo desde 2013 y, por ahora, no se prevé una actualización. Si bien en los principales partidos políticos preocupa el ausentismo que viene registrándose en las elecciones provinciales, la herramienta que puede funcionar para traccionar sufragios está devaluada y el monto es irrisorio para el bolsillo del electorado.
Según establece el artículo 125 de la Constitución Nacional, “se impondrá una multa de $50 a $500 al elector mayor de 18 y menor de 70 años que dejare de emitir su voto y no justifique su ausencia ante la Justicia Nacional Electoral dentro de los sesenta (60) días de la respectiva elección”. La sanción aumenta a medida que se acumulan los faltazos.
- Si el elector tiene una infracción previa sin regularizar, deberá pagar $100;
- Con dos infracciones previas irregularizadas, $200;
- Con tres infracciones previas sin regularizar, $400;
- Con cuatro o más infracciones previas sin regularizar, $500.
Si fuera por la inflación...
Ante la consulta de Letra P, fuentes de la Cámara Nacional Electoral aseguraron que, por el momento, no hay intención de ajustar el monto que se estableció diez años atrás. La inflación acumulada desde 2013 es de 4.335,52%, o sea que, se si actualizara por ese índice, la sanción mínima debería costar, para los próximos comicios, $2.215,01 y la máxima, $22.150,13.
De menos a más, la multa por no participar en cualquiera de los comicios va del precio de un caramelo al de un alfajor triple; un monto de peso casi inexistente en el bolsillo ante una inflación veloz que distorsiona la relación de valor entre los bienes y que, así, pierde el efecto de traccionar la participación electoral.
No pagar la sanción también tiene sus consecuencias, pero tampoco se perciben en el imaginario popular como una traba suficiente para evitar el ausentismo. No ir a votar no impide viajar al exterior ni comprar dólares, como circula a voces: según el Código Nacional Electoral, el infractor "no podrá realizar gestiones o trámites durante un (1) año ante los organismos estatales nacionales, provinciales, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires o municipales". "Este plazo comenzará a correr a partir del vencimiento de sesenta (60) días establecido en el primer párrafo del artículo 125", aclara el texto, que, en los hechos, no se aplica.
La jueza federal con competencia electoral María Servini firmó una resolución en la que recuerda la obligatoriedad de votar en las PASO y enumera las sanciones que se deben aplicar a las personas infractoras, las mismas que están inscriptas en el Código, que la Justicia misma reconoce que perdieron su función. Quienes no votan aparecen inscriptos en el Registro de Infractores, pero el uso de la información para multar corresponde al Poder Ejecutivo de cada distrito, sea municipal, provincial o nacional.
Apatía 2023
No es casual que las figuras de las distintas fuerzas llamen explícitamente a votar como parte de la campaña. El precandidato de Unión por la Patria Sergio Massa dijo en Tucumán: "El 13 de agosto tenemos que ir a votar para defender el trabajo en blanco, de calidad, con derechos, porque esa es la Argentina que nos merecemos". El aspirante a la jefatura de Gobierno porteño de Juntos por el Cambio Jorge Macri aseguró en declaraciones televisivas: "Me preocupa no porque eso quiera decir que ganás o perdés, sino porque la legitimidad también se construye en la participación".
En Argentina la participación electoral suele ser alta: en promedio, en las primarias más de un 76% del padrón concurre a votar y en las generales el número supera el 80%. Sin embargo, este año, de las 16 provincias que ya eligieron gobernador, en siete la media no alcanzó el 70%: en las PASO de Santa Fe y en los comicios municipales de Córdoba apenas fue a votar el 60%; en Chaco, afectado por la desaparición de Cecilia Strzyzowski, el porcentaje fue 63%; en Mendoza un 66% del electorado emitió su sufragio y es el distrito con mayor caída en la comparación con 2019, cuando votó el 79,1% de la población.
FUENTE: paso