El superávit financiero que el Gobierno celebra se explica por la motosierra de Javier Milei al gasto público, las deudas con Cammesa y también con las empresas de obras públicas. Se trata de $400.000 millones congelados desde septiembre de 2023 y que, alerta la cámara de la construcción, el ministro Toto Caputo pretende licuar como la plata de los jubilados.
Se trata de obligaciones vinculadas a contratos vigentes y compromisos que se arrastran desde la gestión anterior. Hay 35.000 obras totalmente frenadas y entre ellas hay viviendas sociales, rutas, hospitales y escuelas.
Muy pocas fueron reactivadas. Una excepción fueron los trabajos sobre la cárcel de Coronda, en la provincia de Santa Fe, por pedido expreso de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
Queja de la cámara de la construcción
El presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), Gustavo Weiss, sostiene que la deuda millonaria estuvo varias veces en las conversaciones con Caputo, pero la respuesta fue siempre la misma.
"No van a pagar, van a privilegiar el ajuste", afirmó Weiss en una charla con periodistas durante la Convención Anual de Camarco en La Rural.
Al postergar lo adeudado, Caputo busca licuar el monto ya que gracias al artículo 48 de la Ley de Obras Públicas vigente, las constructoras tienen derecho únicamente a reclamar intereses a la tasa fijada establecida por el Banco Nación para los descuentos sobre certificados de obra.
Otro plan con bonos de Toto Caputo
Consultado acerca de si el conjunto de firmas acreedoras aceptaría un bono como pago, como ocurrió con los u$s2.000 millones de las empresas energéticas, el referente empresarial integrante del Grupo de los Seis respondió: "Depende de la paridad de ese eventual título que, por el momento, no está sobre la mesa de negociación".
PPP obras públicas
Toto Caputo y la deuda con las constructoras de obras públicas
Al tratarse de casos de incumplimiento de contrato, las constructoras pueden ir por la vía judicial; pero por los tiempos de la Justicia, la cámara prefiere esperar a negociar con Caputo.
Weiss se encargó de aclarar que con el jefe del Palacio de Hacienda tiene "buena relación personal", aunque en su rol público dejó entrever malestar por la poca prioridad que le presta a los reclamos sectoriales. "Después de los jubilados, explicamos el ajuste", afirmó.
La construcción, como en 2001
La suma adeudada es una exigencia que tiene el sector empresario, indicó Weiss, además de una reactivación del rubro que viene de una caída del 19% en el primer trimestre de 2024, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC).
La paralización de la obra pública explica gran parte de la situación del sector, con la destrucción de 100.000 empleos directos y firmas en crisis y endeudadas.
La otra rama de la actividad en crisis es la refacción de vivienda. "Como el año pasado la gente buscaba desprenderse de los pesos para que no pierda valor, mucho iba a la mejora de sus hogares. Ese segmento, en conjunto, tracciona y actualmente bajó mucho", advirtió el titular de Camarco.
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Toto Caputo y la deuda con las constructoras de obras públicas
Weiss comparó el contexto actual con el parate de 2001. "En ese entonces veníamos de un nivel de actividad bajo. El cimbronazo fue más llevadero. Ahora es de mucha actividad y de repente se cortó; por lo que el choque fue más profundo", graficó.
Sin embargo, deslizó un cierto optimismo cuando advirtió que las mediciones propias indican que "lo peor ya pasó" y en los próximos meses debería verse una leve recuperación.
"La obra pública genera empleo, actividad económica; pero el desarrollo de infraestructura indispensable para el país, también por los trabajos de refacción y mantenimiento. Si no se sostienen los caminos, los hospitales, o las escuelas empieza a haber una caída que cuesta más levantarlo", indicó el titular de la Camarco.