La respuesta de Toto Caputo y Santiago Bausili a los bancos por las tasas: "No vamos a aflojar"
En medio del desorden en el mercado de pesos, insisten en que no cambiará la política de control de agregados monetarios. Las entidades reclaman señales claras.
La estrategia de Toto Caputo y Santiago Bausili frente al dólar.
El Gobierno jura que no mete mano, pero los mercados huelen otra cosa. Con el desarme de los pasivos remunerados del Banco Central y la eliminación de la tasa de política monetaria, las tasas en pesos treparon en un sacudón sin ancla. En este contexto, Toto Caputo y Santiago Bausili salieron a defender el nuevo esquema.
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El ministro de Economía y el presidente del BCRA aseguraron que el Estado no interviene en las tasas de interés, que ahora se definen en un mercado “más eficiente”. Pero en la cocina de las entidades financieras, el ruido de la licuadora suena fuerte, tanto que ante una consulta de Letra P no se animaron a dar declaraciones oficiales.
“La liquidez estaba bien, porque rápidamente los bancos se adaptaron”, dijo Caputo en Las Tres Anclas, el programa de streaming de Carajo, convertido en la usina oficial para explicar la nueva macro. “Ahora las tasas son endógenas, las define el mercado”, agregó.
El mercado de pesos atravesó semanas agitadas, con tasas que pasaron de 30% a 120% nominal anual en cuestión de ruedas. El desarme de la las Letras de Financiamiento (LEFI) con las que el BCRA y los bancos administraban la liquidez diaria dejó al sistema sin el colchón al que estaba acostumbrado.
Toto Caputo
Toto Caputo busca convencer a los bancos para calmar las tasas y estimular el crédito.
Las entidades, sin opción para colocar su exceso de pesos en instrumentos del Central, vieron cómo la liquidez se drenaba.
“Era más que exceso de liquidez. No había préstamo al sector privado. ¿De qué sirve un sistema que no tiene crédito?”, planteó Caputo y añadió: “Queremos que esos depósitos de la gente sirvan en la economía real”.
La tensión con los bancos
Las entidades financieras no le creen del todo. Consultado por Letra P, el economista Pablo Moldovan graficó la incomodidad: “Lo que hay es una tensión grande con los bancos, vinculada a la gestión de la liquidez. El gobierno necesita cerrar las ventanillas por donde operaban los bancos, pero eso es un problema porque los depósitos son muy cortos, entonces colocar plata a largo plazo es muy riesgoso”.
La tensión escaló cuando el Tesoro intentó absorber liquidez con instrumentos de deuda. “Inicialmente el gobierno empujó a los bancos a comprar letras y los bancos no quisieron por temor a quedarse sin caja. Esto generó una expansión de dinero muy grande que bajó demasiado las tasas. Después el gobierno ajustó demasiado la oferta de pesos y las tasas se dispararon”, explicó Moldovan.
En los últimos días, sin embargo, el mercado dio algunas señales de estabilización. Las LECAPs cerraron con tasas efectivas mensuales entre 3% y 3,4%, mientras que los BONCAPs y BONTAMs se movieron en torno al 3%.
Aun así, la volatilidad se mantiene alta. El mercado sigue especulando sobre cuánto dejará hacer el gobierno y sobre cuánto intervendrá sin decirlo.
La licuadora no se toca
Bausili dijo que no habrá marcha atrás con el nuevo esquema de control de agregados monetarios. "Nosotros insistimos en una esta puja y el mercado está mirando a ver si aflojamos o no. A ver si damos esa liquidez o no", describió.
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Toto Caputo y Santiago Bausili
NA
“El sistema estaba acostumbrado a la liquidez excedente, los bancos lo mandaban al Banco Central”, puntualizó y afirmó: “Cuando encontramos la liquidez adecuada, el mercado tiene que encontrar la forma de acomodarse. Porque sino eso termina en precios y nosotros tenemos que cuidar la inflación y la credibilidad”.
Desde su punto de vista, la eliminación de las tasas de referencia fue parte de una transición: “Estamos modificando los encajes porque hay un incentivo para que los bancos intermedien a través de los money market. Ahora, al tipo que le falta plata sabe a quién llamar, y va mejorando la dinámica”.
Lo cierto es que el Gobierno subió los encajes bancarios de 20% a 30% sobre plazos fijos y fondos remunerados. La medida, que absorbe pesos del sistema, busca evitar una expansión desordenada de liquidez que ponga en jaque el ancla fiscal.
“Nosotros definimos que la liquidez era la adecuada. El sistema, incómodo, pedía que le diéramos una mano, pero cuando sobran pesos sube la inflación”, remarcó Bausili.
Para Moldovan, el Gobierno está usando el control de la base monetaria como nueva ancla: “Da la sensación de que, cuando se le empieza a mover el dólar, el gobierno busca fijar la cantidad de dinero como señal. Pero el problema es que hay muchos errores de implementación y esto termina generando una volatilidad muy grande en la tasa, que no parece deseada”, advirtió.
La lógica detrás del nuevo régimen es que los pesos que antes se reciclaban en pasivos del Central ahora fluyan hacia crédito privado o letras del Tesoro. Pero esta transición no es gratis: en el medio, la tasa se vuelve un campo de batalla.
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Toto Caputo refuerza las reservas del Banco Central
“El sistema se vuelve más eficiente en la transmisión de liquidez”, aseguró Bausili y añadió: “Ahora el sector privado se está administrando solo. Cuando el mercado funciona bien, vos tenés muchísima información que te ayuda a tomar decisiones”.
Pero para los bancos, ese “funciona bien” del titular del BCRA es todavía un campo minado. “El esquema no está funcionando”, advirtió Moldovan y completó: “El gobierno tuvo que abrir una ventanilla para dar liquidez a los bancos, lo que muestra que, sin ciertas herramientas, el sistema no encuentra todavía un nuevo equilibrio”.