MOTOSIERRA FERROVIARIA

Toto Caputo fijó un plazo de un año para el desguace y la privatización del Belgrano Cargas

El ministro inició un esquema atípico para desarmar la empresa carguera estatal y venderla por partes. Trenes de remate y responsables designados.

Seis meses después de haber autorizado el procedimiento para su privatización total, el ministro Toto Caputo delineó quiénes y cómo harán las acciones preparatorias para concretar la salida estatal de la empresa ferroviaria Belgrano Cargas y Logística. El proceso durará un año y supone el desguace de la compañía.

Por medio de la resolución 1049/25, Caputo fijó un año de plazo para privatizar la ferroviaria que opera las líneas de cargas Belgrano, San Martín y Urquiza y repartió las tareas para su desguace entre la Secretaría de Transporte y la Agencia de Transformación de Empresas Públicas (ATEP).

Anunciada en octubre del año pasado por el vocero presidencial, Manuel Adorni, la puesta en marcha formal de la transformación del Belgrano Cargas se dio recién a mediados de febrero mediante el decreto 67/25 que autorizó el procedimiento para su "privatización total" que estaba contemplado en la ley Bases.

La privatización del Belgrano Cargas

Con una extensión total de 7.600 kilómetros de vías operativas y 4.429 personas en su plantilla, la empresa Belgrano Cargas está estructurada sobre la base de tres líneas estratégicas de cargas.

  • La red de trocha angosta del ferrocarril Belgrano que enlaza las regiones Centro, NOA y NEA con los puertos principales de la hidrovía. Tiene operativos casi 4.000 km de vías, 59 locomotoras y 6.323 vagones.
  • La red de trocha media de la línea Urquiza que une la provincia de Buenos Aires con la región mesopotámica. Posee actualmente activos 1.110 km de vías con 13 locomotoras y 1.171 vagones de cargas.
  • La red de trocha ancha de la línea San Martín que comunica la Capital Federal, el oeste del territorio bonaerense y la región de Cuyo con accesos a los puertos de Rosario y Buenos Aires. Cuenta con 2.505 km de vías activas y un parque tractivo y rodante en servicio compuesto por 91 máquinas y 4.126 vagones.

La privatización diseñada para la ferroviaria estatal contiene un formato atípico de desintegración en varias unidades de negocios que no registra antecedentes en otros sistemas ferroviarios del mundo.

Trenes de remate

El esquema prevé para cada línea: la concesión de las vías e inmuebles aledaños a operadoras privadas que se encargarán de los arreglos y mantenimiento con el cobro de pajes; el traspaso de los talleres a concesionarias que se ocuparán de las reparaciones y el alistamiento de trenes; y la venta de locomotoras y vagones a cuatro grupos distintos que se harán cargo de su puesta a punto y alquiler de las formaciones a los cargadores que demanden sus servicios.

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Las empresas ferroviarias en la era Javier Milei

Las empresas ferroviarias en la era Javier Milei

De esta forma, cada una de las líneas que actualmente están integradas verticalmente bajo la administración del Belgrano Cargas quedarán fragmentadas en varias unidades de negocios que tendrían que funcionar sin fallas y con una coordinación casi perfecta para no se vean afectadas las corridas de los trenes.

Las instrucciones de Toto Caputo

La resolución de Caputo instruyó a la Secretaría de Transporte, que comanda el empresario mendocino del sector asegurador Luis Pierrini, para que lleve adelante estas acciones:

  • Realizar el inventario y definir los lotes de locomotoras y vagones de cada línea que saldrán a remate público.
  • Relevar el estado actual de las vías, ramales, inmuebles y las infraestructuras de cada línea que serán licitadas y transferidas en concesión. Con respecto a las obras que se encuentren en curso, Transporte tendrá la facultad de rescindir los contratos que considere que no son prioritarios.
  • Concretar el relevamiento e inventario de los talleres, herramientas y maquinarias que pasarán a operadoras privadas bajo la modalidad contractual de “concesiones de uso”.

A su vez, Caputo dispuso que la ATEP, que conduce el ex gerente corporativo del Grupo Vila-Manzano y ex interventor de Télam Diego Chaher, tendrá como tareas:

  • Coordinar las acciones necesarias para dar cumplimiento al objetivo de privatizar la empresa Belgrano Cargas dentro del plazo de 12 meses.
  • Solicitar a una entidad bancaria del sector público nacional la valuación de los flujos de fondos futuros vinculados a la explotación del servicio ferroviario para las concesiones de las vías e inmuebles aledaños y las correspondientes a los talleres.

Además, se estableció que, con la intervención previa de la ATEP, el área de Transporte tendrá a su cargo "la elaboración y tramitación de la documentación licitatoria, técnica y contractual” que demandará la transformación de Belgrano Cargas.

¿Privatización total?

Pese a que los papeles señalan que se trata de una privatización total, el mecanismo armado por la gestión libertaria prevé que el Estado seguirá teniendo participación e injerencia en el futuro funcionamiento privado del Belgrano Cargas.

Según la letra chica de la resolución de Economía, la recaudación proveniente de las ventas de locomotoras y vagones tendría que volcarse a la infraestructura ferroviaria.

Si se cumple la norma, los ingresos obtenidos en los remates del material tractivo y rodante deberán destinarse a una cuenta fiduciaria del Banco Nación, con el objetivo de financiar un paquete específico de obras a ejecutar sobre las vías concesionadas.

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