Inflación y después: calma relativa, intervención y tensión electoral
La foto es muy distinta a la de meses anteriores: fuego oficial y mejores expectativas para junio. Cómo influyen las urnas en la reacción de los mercados.
El 7,8% de inflación registrado en mayo, según reveló el INDEC el miércoles, se sintió como un alivio pese a que ratificó un piso porcentual alto y la mayoría de los rubros relevados estuvieron por encima del promedio. El dato estuvo en línea con las predicciones oficiales y el día después fue de relativa calma financiera: el Banco Central mantuvo la tasa de interés y el dólar blue cayó. La foto fue diferente a la de meses anteriores, cuando, tras conocerse el Índice de Precios al Consumidor (IPC), se activó fuertemente la dinámica de cobertura y especulaciones que el Ministerio de Economía salió a frenar con intervención. Indexados, los mercados aún no descartan la devaluación y miran con atención el calendario electoral
Registrate para continuar leyendo y disfrutando de más contenidos de LETRA P.
Como adelantó Letra P, el directorio del Central decidió sostener la tasa nominal anual de los plazos fijos en 97% y evitó endurecer más la política monetaria para “enfriar” la economía. “Iremos en línea con lo que está haciendo la Reserva Federal”, aseguraron fuentes de la autoridad monetaria a este medio sobre la idéntica política que tomó su par estadounidense tras conocerse una desaceleración de la inflación en ese país.
El dólar blue reaccionó a la baja. De los $496 a los que subió el mismo miércoles, el jueves cayó nueve pesos, a $487 para la venta, y tocó mínimos de $493. En las divisas bursátiles el comportamiento fue mixto. El MEP se mantuvo en $475 y el Contado Con Liquidación (CCL) tuvo una leve suba y quedó en $503.
Dos meses antes, la foto fue distinta: el 7,7% de marzo, que se conoció el 14 de abril, disparó una corrida cambiaria a la semana siguiente que llevó al dólar ilegal de $400 al récord de $497. El 25 de abril, el ministro de Economía, Sergio Massa, salió a apuntarles a los “especuladores” y llamó al Fondo Monetario Internacional (FMI) para avisar que usaría reservas para dar señales en los mercados. Desde entonces, las cotizaciones permanecen intervenidas y estabilizadas. Luego se agregaron más restricciones a la compra de dólar MEP y, luego del dato de inflación de abril, del 8,4%, Massa tuvo un fin de semana de ventaja para lanzar un paquete de medidas que bajara las expectativas de los mercados.
Sin embargo, para inversionistas la situación es aún de tensión. De fondo, la posibilidad de una devaluación está latente y, en el día a día de un año de vaivenes políticos, las distintas fechas del calendario electoral son hitos que pueden activar o desactivar procesos de cobertura frente a una mayor aceleración de los precios y predicción de políticas más o menos afines al mercado.
“La inflación ya tiene un componente inercial que es difícil de parar sin un plan de shock ”, advirtió el director del Centro de Estudios Scalabrini Ortiz (CESO), Andrés Asiaín, en diálogo con Letra P. En esa línea, un informe de Portfolio Personal de Inversiones (PPI) alertó: “El shock que podría volver a acelerarla probablemente esté vinculado con una ampliación de la brecha cambiaria durante el proceso electoral. Sólo un contundente triunfo de un gobierno market friendly en agosto podría operar como contención, lo que luce improbable por ahora”.
Hacia junio, un comunicado del BCRA sumó perspectivas positivas. “Los diversos indicadores de alta frecuencia de precios mayoristas y minoristas monitoreados por el BCRA sugieren, en lo que va de junio, una desaceleración adicional en el ritmo de crecimiento de los precios”.
En la Secretaría de Comercio Interior afirman que la primera semana del mes fue “la mejor de la gestión de Massa” en la medición de supermercados. Las consultoras privadas, que para mayo pronosticaron 9%, también aseguran que los primeros números son más bajos, aunque siempre por encima del 7%.