El dólar planchado rompió la rentabilidad a los servicios informáticos. El sindicato denuncia cesantías en la empresa de Martín Migoya y Guibert Englebienne.
El gigante informático nacional, Globant, quedó en zona de turbulencias. El sindicato denuncia “despidos por goteo” y congelamiento salarial. En Wall Street, la acción cayó más del 50% en 2025 y toca niveles prepandémicos. La empresa anunció el cierre de las oficinas de Chaco y Tierra del Fuego y admitió que readecuará "el equipo a las necesidades del negocio”.
Un combo de factores confluyen para generar la crisis del sector de servicios informáticos en el país y en Globant en particular: el dólar planchado de Toto Caputo y Javier Milei le saca competitividad a la exportación de servicios que ofrecen al mundo. La hora de prestaciones en Argentina quedó un 40% más cara que en muchos países de la región.
Hay una tendencia global al achicamiento de los planteles de las empresas tecnológicas del mundo, por caso Amazon echó a 300 personas y viene de recortar 22 mil puestos de trabajo en los últimos dos años.
Globant está radicada en Luxemburgo y dos de sus fundadores, Martín Migoya y Guibert Englebienne, emularon Marcos Galperin, de Mercado Libre y mudaron sus domicilios a Uruguay.
Desde la otra orilla del Río de la Plata se ahorran cargas impositivas y también, como el dueño de MeLi, apoyan a Milei.
Ambos estuvieron en el lanzamiento de la Fundación Faro, el motor de la batalla cultural anarcolibertaria.
El impacto de la Inteligencia Artificial (IA) también genera achicamiento de personal. Migoya, ceo de Globant y cofundador, aseguró días atrás que la transformación de la empresa comenzó con “un programa de formación interna, dirigido a más de 31.000 empleados que deberán adaptarse a nuevos roles dentro de un entorno guiado por IA”.
La implementación de IA reduce tiempos de programación y recursos humanos necesarios que se ocupan de testear el final de los programas, antes de enviarlos a producción.
Globant fue fundada por en 2003 por Migoya, Englebienne, Martín Umarán y Néstor Nocetti. Alentados por la diferencia cambiara por la crisis de 2001, comenzaron vendiendo servicios de mantenimiento de software para Estados Unidos y Europa. En 2006, Google la eligió para un proyecto de Google Cloud y la empresa pegó el salto de calidad, para ser reconocida como un jugador global del sector.
Globant, Mercado Libre y otras empresas concentran el 50% de los beneficios impositivos que otorga Ley de Economía del Conocimiento (ley 27.506). Son exenciones impositivas que reciben desde 2004 y se calcula que dejan de pagar más de u$s 100 millones por año.
La semana pasada, la empresa emitió un comunicado en el que aseguró que "sigue contratando y expandiéndose". En la comunicación, Globant advirtió que van a cerrar dos de las 12 oficinas propias que tienen en el país e informaron que cuentan con 5.000 globers en Argentina, que es el modo que llaman a quienes trabajan en la compañía.
Letra P consultó con el equipo de prensa de Globant respecto a las denuncias de despidos y achicamiento y no hubo más respuesta que el comunicado oficial.
Justamente, Valeria Abadi, vicepresidenta senior de Marca a nivel global y de Marketing y Comunicaciones para Latinoamérica dejó el cargo y ya asumió en el Grupo financiero BIND.
“Hay despidos por goteo y estamos atentos a que no se produzcan desvinculaciones. Es una situación grave y que tiene que ser tratada con otros instrumentos legales y jurídicos”, dijo a Letra P Manuel Alonso, secretario Gremial de la Asociación Gremial de Computación (AGC) que reúne a trabajadores informáticos.
"Estamos en contacto con trabajadores de la empresa que nos pasan información. Hay un clima de malestar interno”, planteó y anticipó: “Hay indicios de cierre de otras sedes de Globant en el país”.
Fuentes sindicales sostienen que la empresa fue achicando el personal. Por ejemplo, con el fin del home office, muchos no volvieron.
Lo mismo ocurrió con el formato de Dojo, que es el nombre para denominar a quienes se encargan de terminar un proyecto y quedan a la espera de que surja otro. Si no surgen propuestas por la complicación de captar clientes nuevos, se acrecienta el peligro de la cesantía.
Alonso explicó que los dueños de Globant “son empresarios que no solamente niegan el sindicato, niegan el sujeto trabajador, los denominan colaboradores o globers. Hay una repulsión, casi una persecución a todo aquel que intente reunir compañeros para hablar de sueldos y organizarse. Ni hablar de permitir que se acerque un sindicato”.
Alonso aseguró que son el estandarte de un empresariado que busca imponer un "paradigma antisindical" y graficó: "El año pasado echaron a un trabajador que organizó un grupo dentro del sistema de mensajería interna de la empresa (Slack) para hablar de los sueldos”.
Así se complica la situación laboral de unas 5.000 personas que reclaman un aumento de sueldo. "El noviembre de 2024 recibieron una recomposición que fue entre el 5% y 12% y la suba del bono por teletrabajo. Fue el único aumento después de un año de congelamiento", dijo Alonso a este portal.
El sueldo promedio de un trabajador de Servicios Informáticos ronda entre u$s 800 y u$s 1.200. Globant paga un 30% del salario en pesos y el 70% restante en dólares. Con el fortalecimiento del peso en referencia al dólar, más la inflación y la cifra congelada, generó un recorte de salarios reales para el personal.
La empresa tiene más de 30.000 empleados con presencia en 30 países y clientes entre los que se encuentra Disney, YPF, Oracle, IBM, Google y Microsoft, y hace equilibrio para no alarmar aún más a posibles inversores.
En mayo pasado, la firma mostró resultados que estuvieron por debajo de las expectativas del mercado y dejó una bandera roja sobre la desaceleración de nuevos contratos para servicios digitales.