El presidente Javier Milei y el ministro Toto Caputo ampliaron el alcance del impuesto PAIS al giro de utilidades y dividendos. La medida generó reacciones divididas en el Círculo Rojo con casas matrices en el extranjero. Mientras entre las empresas vinculadas al sector financiero o agroindustrial piden "paciencia", entre los ceos que apoyan las políticas libertarias hay desilusión.
El decreto 385/2024 publicado en el Boletín Oficial dispone que se aplicará una alícuota del 17,5% a toda compra de billetes y divisas en moneda extranjera para el giro de divisas al exterior a casas matrices, así como para la repatriación de inversiones generadas por no residentes en el país desde el 1° de septiembre de 2019.
La medida también correrá para las suscripciones al Bono para la Reconstrucción de una Argentina Libre (Bopreal) con ese objetivo. Tal como adelantó el Banco Central, el bono que se creó para ordenar la deuda de importadores, también se ofrecerá a las multinacionales que quieran dar salida a sus utilidades y dividendos.
Fundamentos de la medida de Javier Milei
En los fundamentos del texto se destaca que el objetivo es estimular la inversión y garantizar un sendero fiscal sostenible en el país. Ese es el punto con el que no coincide una parte de los ceos consultados por Letra P.
"Es una complicación innecesaria porque el giro de dividendos no está en la lista de prioridades de las empresas", planteó un dirigente del sector automotriz y agregó: "Si bien alguien puede usar ese gris para sacar plata afuera, entorpece muchísimo cualquier proyecto de inversión que se esté negociando".
La letra chica dice que el impuesto aplicará incluso a dividendos acumulados en el pasado, cuando el PAIS aún no regía para este tipo de operaciones. Ese es uno de los puntos que más críticas recibió entre quienes fueron consultados. "Es una traba que no ayuda, la verdad", dijo por lo bajo un empresario del comercio que prefirió el off the record.
Paciencia en bancos y el agro
Exportadores, fuentes del sector financiero y agroindustriales aceptaron la decisión, aunque sea contraria a la promesa de Milei y Caputo de sacar cuanto antes el gravamen creado durante la gestión de Alberto Fernández. "Hasta ahora no se podía hacer, así que es un paso más. Es algo que se tiene que terminar de regularizar, pero no se pude abrir de un día para el otro. Hay que tener paciencia", pidió un dirigente vinculado al sector agrario.
"El modelo final debería ser que cualquier compañía pueda girar dividendos afuera. Es lo que pasa en todo el mundo", añadió.
Fuentes de la City porteña aseguraron que se trata de entre u$s5.000 millones y u$s7.000 millones de divisas atrapadas que, de abrirse el cepo cambiario en un contexto de reservas todavía escasas, presionarían fuerte sobre el dólar oficial.
Los bancos BBVA Frances, Macro, Galicia, Patagonia y Santander ya manifestaron su intención de suscribir al Bopreal como forma de pagar dividendos. Se trata de poco más de u$s1.000 millones, según datos de Adcap Grupo Financiero.
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Javier Casabal, estratega de renta fija de la sociedad de Bolsa, explicó que las empresas multinacionales estaban esperando esta medida, dado que "como no hay reservas y justamente la idea es mantener restricciones para poder acumular (no desacumular), lo razonable era que tampoco hubiera dólares para pago de dividendos".
"Queda claro que en un país con la macroeconomía normalizada, permitir el pago de dividendos debería lo común para incentivar las inversiones, pero todavía estamos en una transición hacia la normalización. Permitir acceso antes de la normalización sería impedirla", consideró.
PAIS para recaudar
El Gobierno aplicó el PAIS a dividendos en momentos en los que la recesión empieza a jugar en contra del objetivo fiscal. La recaudación tributaria de abril cayó 12% real y casi todos los impuestos crecieron por debajo de la inflación.
Los descensos del empleo y el salario golpearon a los ingresos de la seguridad social y el IVA mermó arrastrado por el consumo; pero el PAIS fue protagonista: tras la suba de la alícuota con la que la gestión del presidente Milei inauguró su gestión, el gravamen aumentó 1.106,5% nominal y 209,9% real.