La visita de la número dos del Fondo Monetario Internacional (FMI), Gita Gopinath, es más que una señal de respaldo al programa económico del gobierno de Javier Milei. La subdirectora gerente del organismo llegó en calidad de fiscalizadora. Toto Caputo aseguró que hay "posibilidad de un nuevo acuerdo" en septiembre, cuando termine el programa de Facilidades Extendidas.
Para que llegue plata fresca, hay un condicionante: el FMI quiere asegurarse de que Argentina cumpla con las condiciones del pacto vigente, tras un historial de faltas. La visita de Gita, lo pone en evidencia.
Gopinath nació en la India hace 52 años y es ciudadana estadounidense, país donde realizó sus estudios universitarios. Ingresó al FMI en 2019 cuando se transformó en la economista jefe de la entidad crediticia, la primera mujer en ocupar ese puesto. Desde 2022 es subdirectora gerente del organismo. Reemplazo a Geoffrey Okamoto y antes que ella ocuparon ese cargo David Lipton y Stanley Fischer.
Hay equipo con Georgieva
Con Kristalina Georgieva hace tándem: la titular del organismo se ocupa de la parte política y Gopinath, de lo técnico. Su rol es analítico, de enfoque en los aspectos más duros y matemáticos de los programas financieros. "Se mete al detalle", afirmó el ex director del FMI Claudio Loser en diálogo con Letra P y agregó: "En términos ideológicos es, quizás, quien tiene mayores diferencias con el pensamiento ortodoxo y a lo largo de los años ha tenido una visión poco monetarista, aunque en el último tiempo se volvió más neoclásica".
Tiene estrecha relación la secretaria del Tesoro, Janet Yellen. Funciona como una interlocutora habitual y ese canal le permite flexibilizar o endurecer las condiciones de los acuerdos con los países que tienen un programa con el Fondo.
De los ministros de Economía argentinos conoció en su rol de subdirectora gerente a Martín Guzmán, Silvina Batakis, Sergio Massa y ahora, Caputo. Quienes estuvieron en la mesa de conversaciones con el Fondo aseguran que es una de las negociadoras más duras que tiene la organización. Fue quien le exigió y le insistió a la gestión de Massa para que recorte los subsidios a la energía, para equilibrar las cuentas fiscales.
Musa inspiradora de Javier Milei
A Milei lo conoció en Davos e incluso le pidió una selfie en medio de saludos informales antes de la reunión que mantuvieron con en la ciudad de Suiza. El mandatario argentino ya había leído papers de Gopinath y se "inspiró" en sus escritos. En su libro Pandenomics (2020), el economista libertario plagió dos textos de la funcionaria del FMI, según reveló el periodista Juan Luis González en su libro El loco (2023), donde perfila al economista libertario.
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Gita quiere ver con sus propios ojos
La visita de la funcionaria del Fondo no fue "sorpresa", pese al corto aviso. Argentina tiene un peso importante en el día a día ya que es la deudora más grande que tiene el FMI, con una cuota de capital muy elevada para el organismo de crédito. "Gopinath es una de las que más pone la lupa en la cuestión social. No viene con preocupación sino que quiere ver con sus propios ojos lo que está pasando", advirtió Loser.
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Otra fuente que compartió mesa de negociación con la economista afirmó que la entidad "entiende que el clima social no es de los mejores" y que los encuentros que mantuvo la indio-estadounidense con los funcionarios argentinos fueron para "escuchar de primera mano" el contexto.
Fondos frescos para más adelante
Pese a que Caputo remarcó la intención del organismo de hacer "nuevos desembolsos", el exdirector del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI consideró que "los fondos frescos sólo podrían destrabarse cuando el programa vigente termine". Hasta septiembre de 2024 Argentina tiene que cumplir metas para que la organización le desembolse los Derechos Especiales de Giro (DEG) y el país tenga capacidad de repago. En la última revisión, el Gobierno pidió que el próximo encuentro técnico se realice en diciembre, oportunidad en la que podrá reestructurarse un programa.
Para ese entonces, la gestión libertaria deberá no sólo haber sido ejemplar con los objetivos fiscales, monetarios y de reservas planteados con el Fondo sino también volver a habilitar su acceso al financiamiento del mercado, hoy restringido por su alto nivel de endeudamiento externo. A esto se suma la traba impuesta por la ley "Guzmán", que obliga al Poder Ejecutivo a pasar por el Congreso toda nueva deuda en moneda extranjera. Es uno de los puntos que Milei incluyó en la ley ómnibus que rebotó en el palacio legislativo.
Fuentes consultadas por este medio ven en esas dificultades otro motivo del viaje de la número dos del Fondo: analizar si la administración nacional tiene el apoyo político necesario para continuar por el camino de un nuevo programa.