El éxodo de cuatro senadores del interbloque oficialista podría no ser el último. En el Frente de Todos (FdT) confían que la pérdida en la Cámara alta podría ser revertida, o al menos aplacada, tras el reciente regreso del formoseño José Mayans a la conducción de uno de los dos bloques que reportan al cristinismo. Pero nada ha detenido el interés de los impulsores del cisma en hacerlo crecer y hasta promover un efecto contagio en Diputados. El oficialismo quedó en el Senado a una banca de perder la primera minoría y la diferencia de un escaño le suma cohesión y expectativas a los cinco integrantes del espacio Unidad Federal. Su presidente es el jujeño Carlos Snopek, en representación de los cuatro díscolos del FdT y la vicepresidencia está en manos de la cordobesista Alejandra Vigo.
Para el schiarettismo, el nuevo conglomerado puede generar un efecto contagio en otros bloques del Senado y también del otro lado de Pasos Perdidos. El gobernador Alberto Rodríguez Saá no sólo impulsó la división con la salida de la senadora María Eugenia Catalfamo. También podría empujar al diputado y exvicegobernador provincial Carlos Ybrahim Ponce, que es tan orgánico como su coterránea.
Las incógnitas también se concentran en el gobernador santafesino Omar Perotti, que no tiene todas las riendas legislativas en buen estado. El mandatario podría aportar su granito de arena con el diputado y exsenador Roberto Mirabella, que ya amagó con dejar el bloque a fines del año pasado porque acusó al Gobierno y al bloque de ignorar los reclamos de su provincia.
Las señales son cotidianas en días de precalentamiento electoral. Mientras se partía el bloque oficialista, el miércoles Mirabella viajó a Córdoba y se mostró con el intendente capitalino y candidato a gobernador Martín Llaryora. La foto fue parte de los comentarios en voz baja que compartieron distintos integrantes del FdT durante la sesión preparatoria de este jueves, donde fueron ratificadas las autoridades de la Cámara alta para este año.
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El peso santafesino por ahora no tiene margen de aumentar su corrosión debido al vínculo con el senador Marcelo Lewandowski. Fue ponderado públicamente por Perotti como un candidato para este año, pero el aludido está enojado con el mandatario. "En el último tiempo no me siento parte del gobierno provincial. Hace tiempo que ni se me consulta ni se me escucha cuando llevamos inquietudes y proyectos. Pertenecer es participar y yo lejos estoy de eso", lanzó el senador. Con esa tensión a cuestas es poco probable que Lewandoski se sume a las voces sibilinas que salen del entorno de Perotti para ahondar la sangría de legisladores del FdT para debilitarlos. En este caso el senador forma parte del bloque Frente Nacional y ¨Popular, que lidera Mayans.
"No hay nada cerrado, pero en el Senado todavía estamos con posibilidades de sumar y todavía tenemos que florecer en Diputados", contestaron a Letra P en el flamante bloque conducido por Snopek y vicepresidido por Vigo. En el oficialismo opinan que en el bloque Unidad Federal la búsqueda de más socios es más conducente que buscar acuerdos internos. "No veo un bloque cohesionado bajo intereses políticos ni electorales. Los une mas el enojo con Alberto y el Ejecutivo que la idea de un armado Schiaretti 2023, salvo Catalfamo", opinó uno de los senadores oficialistas que ya conocía de antemano la bronca que tenían los que dejaron el bloque.
Snopek se curó en salud con la carta que le envió a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner para explicarle que dejaba el bloque por la vista gorda de la Casa Rosada con el gobernador jujeño y presidente de la UCR, Gerardo Morales. Kueider no tuvo la misma suerte. Luego de sobrevender sus amagues separatistas desde el año pasado también afronta un costo negativo con el gobernador entrerriano Gustavo Bordet, su jefe político. Tal como contó este portal, el mandatario no avala la estrategia de romper el bloque pero no piensa "dejarlo fuera de juego a Kueider”. El senador, por ahora, quedó desdibujado y pegado al schiarettismo.
Además de Snopek, Catalfamo y Kueider, también se fue el correntino Carlos Espínola, que se encargó de dejar en claro que dejó el espacio por sus diferencias con la agenda política de Cristina y la debilidad de Alberto.
Versiones en el otro recinto
Los cordobesistas se entusiasman con extender la oferta separatista a otros espacios de Diputados, donde tienen un bloque propio de tres bancas ocupadas por Natalia De La Sota, Ignacio García Aresca y su titular, Carlos Gutiérrez. Apuntan al interbloque Provincias Unidas de la Cámara baja y también al senador Alberto Weretilneck, que controla el monobloque de Juntos Somos Río Negro y es un aliado clave para el oficialsimo.
Los rulos que se hacen en Córdoba son cortos. Cerca del exgobernador patagónico recordaron que la relación con el massismo es óptima y que está enfocado en la campaña para suceder a la mandataria Arabela Carreras. "Es imposible", contestaron a Letra P ante las consultas sobre alguna posibilidad de sumarse a Unidad Federal. La misma respuesta surge en el Frente de la Concordia Misionero, que cuenta con dos diputados y con la senadora Magdalena Solari Quintana, otra aliada determinante para el cuórum y alcanzar la mayoría.
En Diputados, cerca de Mirabella aclaran que seguirá en el FdT pero podría cambiar de idea en las semanas siguientes. Ponce depende de la decisión de su gobernador. Ambos podrían abrir la puerta para recibir nuevas incorporaciones, en un recinto donde los tres integrantes del bloque Córdoba Federal ahora son nuevos aliados por el rol de Vigo en el otro recinto.
El juego está abierto y por ahora tocó su techo en el Senado, aunque la apuesta del nuevo bloque apunta a sumar coincidencias tácticas en distintas votaciones para hacerle sentir al oficialismo el peso de una mayoría circunstancial que les podría quitar el cuórum.
