El nombre de Guillermo Seita no estará entre los asesores que acompañarán a Juan Schiaretti en los debates presidenciales del 1 y el 8 de octubre, en el Centro de Convenciones de Santiago del Estero y en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, respectivamente. En el entorno del gobernador de Córdoba fundamentaron a Letra P la decisión a partir de una de las características de la estrategia del candidato de Hacemos por Nuestro País que buscará plasmar en sus exposiciones: exponer las virtudes del Modelo de Gestión Córdoba. “El Gringo tiene todo en la cabeza”, aseguran. En criollo significa que para esa para esa tarea, Schiaretti no precisa de Seita.
Como ya contó Letra P, la estrategia del cordobés se centrará en recorrer las políticas llevadas adelante por el cordobesismo creado por José Manuel de la Sota durante la primera parte del siglo, del que Schiaretti es parte fundamental. Entre ambos gobernaron durante seis gestiones consecutivas y dotaron a la provincia de una serie de características particulares que hoy aparecen como una rara avis en el tablero de la política nacional.
Las virtudes de ese modelo de gestión son las que el candidato de Hacemos por Nuestro País intentará usar para imponerse en el debate en contraste a dos contrincantes a quienes que acusa de ser los responsables de la crisis social, política e institucional que vive la Argentina (Sergio Massa y Patricia Bullrich) y al que reconoce como un emergente de ese “fracaso compartido” del kirchnerismo y Juntos por el Cambio, Javier Milei. Para Schiaretti, las propuestas del libertario representan “un salto al vacío”.
Si bien todavía no se definieron los nombres de la comitiva que acompañará al mandatario mediterráneo a Santiago del Estero y la UBA, sí se sabe que el gobernador volvió a recostarse en su núcleo de asesores históricos para preparar su participación en los debates. En ese armado volvió a imponerse la figura de Roberto Spossetti, el responsable de apartar a Seita de la estrategia final. El consultor desplazado es dueño de una decena de empresas ligadas a la política y a los medios, entre las que figuran la encuestadora Management and Fit, la auditora de medios Ejes de Comunicación y la franquicia local de la CNN. Durante años ofició de virtual embajador de Schiaretti en Buenos Aires.
La relación de ambos data de los 90', vía Domingo Cavallo. En la cancillería, donde el padre de la convertibilidad recaló primero, y en el ministerio de Economía, después, ambos desarrollaron un contacto que se iba a tomar fuerza un par de décadas más tarde, con el cordobés buscando posicionarse a nivel nacional.
Después de la fallida experiencia de Alternativa Federal en 2019 (llevó a la dupla Roberto Lavagna-Juan Manuel Urtubey en la boleta), la sociedad del gobernador y el consultor volvió a hacer su apuesta, esta vez con el propio Schiaretti como principal protagonista. De aquel frustrado primer intento sólo había quedado el exgobernador salteño, que incluso lanzó su precandidatura para competir con el gobernador de Córdoba en las PASO. Sin embargo, esa relación se rompió cuando el líder mediterráneo ensayó un acercamiento con Horacio Rodríguez Larreta para el tantas veces proclamado “gobierno de unidad nacional”.
Pese a la cercanía de Seita con el alcalde porteño, en el entorno de Schiaretti aseguran que aquella intención del gobernador no fue parte de una estrategia del asesor que ya había tropezado en el armado de Alternativa Federal, sino que fue un movimiento que el propio líder cordobesista consideró necesario para avanzar en un armado que despejara del escenario a los dos extremos de la grieta. Kirchneristas, de un lado, y el ala dura de JxC, del otro.
A lo largo de todo el proceso previo a las PASO, la mano de Seita sobrevoló detrás de cada uno de los encuentros de Schiaretti con diferentes referentes del cambiemismo que sirvieron también para generar todo tipo de ruidos en el armado opositor cordobés. Uno de los más discutidos fue el que reunió al cordobés, en su despacho, con Martín Lousteau y Emiliano Yacobitti, que viajaron a Córdoba exclusivamente para la foto.
Precisamente Lousteau, ya como candidato radical en la interna de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, fue la excusa para que Mauricio Macri fulminase a Seita el domingo 13 de agosto cuando, luego de votar, lo llamó “paseador de perros”, un apodo que le había puesto el cordobés Luis Juez cuando lo acusaba de ser el principal responsable del acercamiento entre Schiaretti y Larreta.
Si bien las informaciones que se manejan en Córdoba no se aventuran en advertir una ruptura entre Schiaretti y el asesor de las estrellas políticas caídas en desgracia en 2023, lo concreto es que la etapa final de la campaña volverá a las fuentes. El gobernador de Córdoba trabajará a la par de ministros y asesores de su gobierno y será acompañado a los debates por referentes cordobeses que caminaron a su lado a lo largo de sus tres gestiones. La historia la contarán, en este caso, los protagonistas.