La reforma de la Constitución de Santa Fe ya ocupa un lugar central en la discusión política y los partidos empezaron a delinear los proyectos que declaren la necesidad de la transformación. A la cabeza de los cambios, ubicaron a cuadros técnicos y políticos de peso para conducir el camino.
Todos los espacios apelaron a perfiles que pueden negociar a fondo. Habrá temas espinosos para sortear y otros que quedarán en la lista de espera. Si bien los proyectos son para una ley que declare la necesidad de la reforma y el trabajo fino lo harán los constituyentes, saben que lo que se pone en juego, en última instancia, es un modelo de provincia, en una época de enorme distancia ideológica entre el oficialismo nacional y la oposición, que repercute en la bota santafesina. Lograr acuerdos en este escenario no será un viaje tranquilo.
La carta magna provincial no se revisa hace 62 años y el poroteo preliminar indica que el oficialismo está muy cerca de tener la cantidad de votos necesarios en la Legislatura para avanzar. El gobernador Maximiliano Pullaro tiene a mano una posibilidad histórica. El interbloque Unidos para Cambiar Santa Fe, que lo respalda, tiene 28 bancas en Diputados. No todos piensan igual, pero ninguno está dispuesto a dejar pasar la oportunidad.
Con ese viento a favor, el oficialismo se animó a poner plazos. El senador y presidente de la UCR Felipe Michlig aventuró que agosto podría ser un mes clave para que radicales y socialistas tengan el anteproyecto de ley. El resto de las fuerzas no son tan optimistas con los tiempos y corren la raya para septiembre.
Los nombres dentro de Unidos para Cambiar Santa Fe
El Partido Socialista puso al exministro y exdefensor del Pueblo Raúl Lamberto a coordinar el tema reforma. La misión es actualizar el proyecto del partido de la rosa que intetó el exgobernador Miguel Lifschitz. Lo acompañan otros dirigentes históricos cómo los exministros Ángel Sciara, Antonio Ciancio, el exfiscal de Estado Pablo Saccone y la exsecretaria de Planeamiento Mirta Levin. En la pública, es la propia Clara García, presidenta de la cámara baja, quien se encarga de empujar la discusión: “Es un buen momento para reformar la Constitución porque nos dará una plataforma de derechos y obligaciones distintas, también incluso para que la política no tenga privilegios”, pondera la socialista cada vez que tiene oportunidad.
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El radicalismo ungió a Santiago Mascheroni, actual secretario de Justicia, para coordinar las propuestas de la Unión Cívica Radical. Tiene la presión de representar al oficialismo y la posibilidad de destrabar uno de los temas más espinosos: la reelección del gobernador, que podría darle a Pullaro un segundo mandato.
Con esa discusión sobrevolando todas las mesas de negociación, no hay margen para pasos en falso. Tiene que lograr alinear propuestas y consolidar un acuerdo núcleo. Desde su entorno, confían en la trayectoria legislativa de Mascheroni, que acumuló cinco períodos como diputado (1991-1995, 2003-2019) entre la UCR y el Frente Progresista Cívico y Social, incluso con un proyecto de reforma presentado en el último período. Ahora deberá buscar una síntesis con otros sectores del radicalismo, entre otros con José Corral, que este año ya ingresó a la Legislatura su propio texto de reforma.
Los modelos del peronismo
Por el lado del peronismo, el Movimiento Evita lleva la delantera con un proyecto del año pasado de la diputada Lucila de Ponti y que reingresó este año. Mientras ella avanza con las negociaciones políticas, el abogado Fernando “Chino” Rosúa lleva adelante las discusiones técnicas. Además de ser exconcejal, exdiputado y exfuncionario provincial, es hijo del ya fallecido Roberto Rosúa, exministro de Gobierno en dos oportunidades y miembro de la convención constituyente que en 1962 sancionó la actual carta magna. Además es docente de Derecho Político de la UNR, donde aborda de manera fina cómo se estructura el poder.
En diálogo con Letra P contó cuál es el punto que más tensiona hoy la discusión: “Una cosa es la visión de la Constitución que queremos y otra, muy distinta, es la realidad política que estamos transitando, con una discusión muy grande de modelo de país, que sin dudas va a atravesar la discusión en Santa Fe. Nosotros tenemos una mirada antagónica del modelo que lleva adelante Javier Milei y muchas veces no queda claro cómo se posiciona el gobierno santafesino ante los libertarios. Esas diferencias nos preocupan, no queremos que esto termine siendo una contrarreforma y que se pierdan derechos”.
En el caso del perottismo, es la exministra de Gobierno Celia Arena quien unifica posiciones en el sector. Uno de los focos sobre los que empezaron a trabajar es el de las autonomías municipales, donde tomó la posta el exfiscal de Estado Rubén Weder, especializado en derecho administrativo. También está en el equipo el constitucionalista Mariano Bar.
Los libertarios
Los libertarios juegan su propia batalla. La diputada provincial Silvia Malfesi es abogada y profesora titular de Derecho Constitucional. Dice que, si prosperara la discusión, avanzarán con una propuesta propia para llevar al recinto y que si tiene que definir una postura respecto de la reelección de quienes ocupan la gobernación, sostiene que prefiere que no haya segundo mandato y que prime “la alternancia republicana”.
Quien no le quita el ojo al tema desde su rol en el Congreso de la Nación es el diputado Nicolás Mayoraz. En la cámara baja de la Nación fue elegido para presidir la comisión de Asuntos Constitucionales, que es la rama del derecho en la que se especializó. Tanto así que en 1995 se convirtió en socio del estudio jurídico de Iván José María Cullen, abogado especialista en derecho constitucional y administrativo, y convencional constituyente en la reforma de 1994.