Fiesta popular, pero con presencia política acotada. Rosario, epicentro de la tradicional ceremonia que recuerda a Manuel Belgrano, creador de la bandera, tendrá la jura de los alumnos, desfile, presencia de combatientes de Malvinas, recitales populares, asado a la estaca, pero la casi segura ausencia del presidente Alberto Fernández y otras figuras de relevancia política.
Según confirmaron a Letra P, a primera hora del jueves no había existido ningún contacto desde Presidencia que sugiriera la presencia del mandatario en la celebración prevista para el martes próximo. Ni la seguridad ni el protocolo, atentos a cerrar detalles con antelación, levantaron el teléfono. Por lo general, cuando se dispone de la presencia de un mandatario, personal de esas áreas se instalan días antes en la ciudad para ser parte del operativo de organización.
“Estamos en Argentina y todo puede cambiar en un segundo. Por ahora no tenemos prevista su presencia. Pero todavía hay un margen para que decida venir”, informaron desde el municipio. Fernández encabezó actos del 20 de junio, pero de forma virtual. Nunca llegó a Rosario para esa fecha.
Lo que se negocia, sí, es la llegada de un ministro cuyo nombre no estaba aún cerrado. Sería el representante del Gobierno nacional para no vaciar la fiesta por completo. La ausencia de Fernández podría leerse como una acción para evitarse el mal trago de alguna reprobación en momentos complicados de su gestión.
En el gobierno nacional hay dos ministros rosarinos: el jefe de Gabinete Agustín Rossi y el de Transporte, Diego Giuliano. Los dos además están en carrera electoral, el primero como presidenciable y el segundo es un nombre puesto por el massismo en la lista para la Cámara de Diputados nacionales. En ese escenario, lo más sencillo es que el gobierno descanse en los dos ministros que no se iban a perder de estar en el palco principal.
El palco del 20 de junio siempre tuvo el agregado de las lecturas políticas, mucho más en tiempos electorales. Y hubo ediciones con picantes cruces políticos, ya sea arriba del palco a través de los discursos, como abajo entre las militancias movilizadas de distintos partidos. Silbidos, abucheos y en alguna oportunidad empujones y corridas son parte de la historia. Esas situaciones del pasado llevaron a las autoridades locales desde hace al menos un lustro a priorizar el 20 de Junio como fiesta popular y menos político-institucional, aunque la invitación a quien ocupa la jefatura del Estado es de rigor.
La coyuntura política influyó siempre en la visita de quienes ocupan la Presidencia. En ese sentido una de las especulaciones que circulaba en las últimas horas era sobre la conveniencia de la presencia del presidente en actos públicos, y exponerlo a una potencial jugada de la oposición en momentos en que comienzan a acelerarse los tiempos electorales.
El que ya confirmó su presencia, y encabezará el acto como sucede desde que fue electo, es el gobernador Omar Perotti. Lo acompañará el intendente Pablo Javkin. Pertenecientes a frente políticos enfrentados, pero aliados en sus gestiones, compartirán el último Día de la Bandera.
El rafaelino buscará ser electo diputado provincial e imponer con su presencia la mayoría del PJ en la Cámara baja, mientras que el rosarino se presenta para su reelección.