El ministro de Economía de Santa Fe exhibió un leve superávit a pesar del contexto de recesión. Poder creciente y máxima confianza del gobernador.
Pablo Olivares, ministro de Economía de Maximiliano Pullaro.
Tres meses atrás, el gobernador de Santa Fe Maximiliano Pullaro le dijo a Letra P estar “híper concentrado” en las finanzas de la provincia y lograr un Estado eficiente. Para cumplirlo, cuenta con el ministro de Economía, Pablo Olivares, que dio cuenta de esa idea de "ajuste por eficiencia" al cerrar el primer semestre del año con un leve superávit.
Olivares presentó los números de gestión económica que la Casa Gris celebraba en un contexto de provincias con apuros financieros y recesión en la economía: superávit de 160 mil millones de pesos, un monto que el ministro dijo que está destinado a reducir la deuda flotante que quedó de 2023.
El ministro de Economía adquirió peso y centralidad en el Gobierno desde el primer momento Pullaro no sólo lo puso al frente de controlar los números. Le derivó el control de las principales cajas de la provincia, entre ellas todo lo vinculado con la salud laboral de los empleados estatales para supervisar las cuestiones financieras: obra social y áreas de licencias y carpetas médicas.
El anuncio de superávit le permite a Olivares pasar un examen al que Pullaro le otorga especial importancia teniendo en cuenta el ajuste aplicado por la administración nacional, con fondos, partidas, subsidios y obra pública cancelados, sumado a una inflación sostenida. Por eso el gobierno santafesino le dio especial valor al anuncio realizado por el ministro en conferencia de prensa.
Todos los días, a las 18, el gobernador de Santa Fe recibe un reporte de cómo está la provincia y cuáles son las proyecciones económicas. El radical le impuso a Olivares (y al resto de los ministros) como un objetivo de su gestión lograr un Estado “eficiente”.
Como una muestra de que esa meta era central, en la entrevista que mantuvo con Letra P en mayo pasado celebraba haber concretado “un ajuste mayor al de Javier Milei ”, pero evitando herramientas recesivas.
El anuncio de Olivares sobre el estado de las cuentas públicas en el primer semestre va en esa dirección. “Con menos ingresos y una elevada inflación, logramos mantener el nivel de prestaciones o mejorarlos, pero con un uso menor de los recursos”, celebró el ministro al presentar los números de la gestión. El superávit alcanzó los 160.311 millones de pesos.
El funcionario marcó que el desafío frente a una inflación semestral que alcanzó el 281,5% interanual y recursos que crecieron, pero llegando al 225%, el desafío fue mantener el nivel de prestaciones o mejorarlas, pero que eso sólo era posible según explicó “con un uso menor de los recursos”. Los gastos tuvieron un incremento del 197%.
Olivares, junto a la secretaria de Hacienda, Belén Etcheverría, marcaron que el dinero que se ahorró en el primer semestre fue invertido en áreas como Seguridad, donde se dispuso la compra de 940 patrulleros, 200 camionetas, 600 motos, armas y uniformes, además de realizarse obras en penitenciarías. Para Educación se destinó el dinero para la construcción de 250 aulas, en Obras Públicas se realizaron reparaciones en 1.100 kilómetros de rutas, en Salud se adquirieron 150 nuevos vehículos y en Vivienda se impulsaron los créditos hipotecarios Nido.
Olivares habló una y otra vez de “eficiencia”, una palabra que repite Pullaro como si se tratara de un mantra. Habló, incluso, de cómo “operativizar esa eficiencia”.
Economista de extracción radical, ex funcionario en las gestiones socialistas que encabezaron Hermes Binner, Antonio Bonfatti y Miguel Lifschitz, el ministro marcó que para lograr el objetivo impuesto por Pullaro es necesario “poner en crisis la lógica del continuismo”, sometiendo a una revisión exhaustiva cada cuestión del Estado que tenga impacto económico.
En ese sentido, el ministro volvió a jugar una carta en la disputa que el Gobierno mantiene con el sector docente. Olivares marcó que sólo en el primer semestre se logró una reducción de reemplazos docentes que tuvo un impacto de 4.100 millones de pesos y que el estimado de ese rubro para la segunda parte del año alcanza los 9 mil millones.