Primero hay que saber sufrir. El intendente de Rosario, Pablo Javkin, consiguió estirar por cuatro años más su estadía en el Palacio de los Leones y venció, no sin transpirar, al postulante de Juntos Avancemos, Juan Monteverde. Exultante, rodeado de su equipo, fue la primera figura fuerte en subir al escenario del búnker de Unidos para Cambiar Santa Fe a festejar su triunfo. "Jamás voy a dejar de agradecer, como hijo de esta ciudad, la chance de gobernar con viento a favor", dijo el alcalde reelecto.
En Unidos el buen clima reinaba desde temprano. Si bien había diferencias en los números que manejaban las mesas testigo de los distintos espacios que conforman el frente de frentes, todos lo daban arriba a Javkin. Mientras los más optimistas hablaban de una diferencia de casi siete puntos, cerca del intendente eran más mesurados y hablaban de "alrededor de tres puntos", aunque le tenían algo de fe a la carga de datos de mesas del centro y sur de la ciudad, donde Unidos se hacía más fuerte. Finalmente, los guarismos fueron muy finos: 51,4 a 48,2, acusó el conteo del no peronismo.
Confiados en los resultados parciales, cerca de las 20 el jefe de campaña de Javkin, Sebastián Chale, y la candidata a concejala María Eugenia Schmuck anunciaron un triunfo al que no le querían poner cifras. "No tenemos la carga completa y queremos respetar a nuestros rivales", se atajaban. En el búnker de Monteverde, reconocían, off the record, que su conteo les daba abajo y había preocupación. En la categoría Concejo, la cosa estaba más clara. "Triunfo contundente", aseguraban en el javkinismo. Las primeras cuentas hablaban de siete concejales para Unidos sobre quince que se renovaban.
https://publish.twitter.com/oembed?url=https%3A%2F%2Ftwitter.com%2Fpablojavkin%2Fstatus%2F1701049099116577210%3Ft%3DQRFXJp2ClGJI_V2ueOv97w&s=19&partner=&hide_thread=false
Finalmente, pasadas las nueve de la noche y sin que su rival hubiera reconocido la derrota, Javkin subió al escenario. Lo acompañaban sus rivales en la interna, Miguel Ángel Tessandori, Enrique Estevez y Charly Cardozo. Para ellos fueron las primeras palabras del triunfador. “Quiero agradecerles, porque participamos de una primaria con el objetivo que la ciudad sea mejor. Les agradezco con el corazón el acompañamiento y todo lo que vamos a hacer a partir de ahora”, dijo el alcalde reelecto.
También saltaron al escenario todas las figuras de CREO, el espacio político de Javkin, una imagen que reflejaba que el triunfo no era solo de él, sino que todas las apuestas que hizo con jugadores propios le salieron bien: Ciro Seisas se consagró senador departamental de Rosario, María Eugenia Schmuck ganó para el Concejo y su operador Ariel Bermpudez, El Facha, renovó por tercera vez su banca en la Cámara de Diputados y Diputadas. Además, la banca de concejal que liberará Seisas será para Mariano Roca, otro de los laderos cercanos de Javkin.
JavkinPullaroBullrich.jpg
El alcalde coronó, así, un proceso eleccionario al que entró golpeado. Por falencias propias y por problemas que le eran ajenos, pero cuyo costo le facturaron a él, las encuestas le reflejaban una imagen de gestión baja, demasiado baja: menos del 30%. Sin embargo, sintonizó el clima social, archivó su juventud de militancia antineoliberal, leyó que la seguridad sería el tema de la campaña y se pintó de guerra. Recibió el apoyo de Patricia Bullrich y las promesas de Maximiliano Pullaro. "Pablo, no te vamos a abandonar como te abandonaron estos cuatro años", le dijo el gobernador electo en el escenario.
“Hace cuatro años nos tocaba asumir; fueron tiempos muy difíciles, de mucho viento en contra que no dejó de soplar, pero nos propusimos pararnos, afirmarnos e ir para adelante. Hoy nacen los nuevos vientos, empiezan a soplar a favor”, comenzó Javkin su alocución. Finalmente, tras reconocer a su rival Monteverde y decirle que “todos vamos a ser parte de la ciudad que viene”, el ganador cerró su discurso con el idioma que mejor habla: “Me causa orgullo ser hijo de esta ciudad, que cuando te abraza fuerte jamás te suelta; vamos con todo, arriba Rosario”.
