Hay coincidencias y trabajo en conjunto entre los gobernadores de Santa Fe y Buenos Aires, Maximiliano Pullaro y Axel Kicillof. Prueba de ello es el acuerdo que firmaron este viernes en Rosario, que Letra P adelantó en exclusiva. Pero también afloran disidencias, como la postura que tiene cada uno sobre la ley ómnibus y el trunco Pacto de Mayo.
A fines de enero entraron en contacto por primera vez. Como consecuencia del diálogo, Pullaro y su gabinete recibieron la visita de equipos técnicos en seguridad del gobierno bonaerense. Desde esa piedra basal, el vínculo entre ambas gestiones no paró de crecer, al punto que el propio radical admite que uno de los pares con los cuales más dialoga es Kicillof.
La llegada de Axel Kicillof a Rosario
El mandatario peronista arribó a Casa de Gobierno antes de las 12. Ya lo esperaba su ministro de Gobierno Carlos Bianco, que armó otra agenda y abrió una jornada junto a Ciudad Futura. Kicillof descendió de una van, Pullaro fue a su encuentro y se fundaron en un cálido abrazo. Luego, el de Buenos Aires se quedó unos minutos saludando a militantes. Juntos posaron para la foto, Kicillof con los dedos en V, y caminaron hasta el despacho del santafesino donde se reunieron durante una hora larga.
Finalizado el encuentro, el dúo salió a dar la conferencia de prensa junto a los ministros de Seguridad de las dos provincias, el local Pablo Cococcioni y Javier Alonso. Los agradecimientos, gestos y mimos se repitieron por doquier. Pullaro, delante de todo el periodismo, puso su mano sobre el antebrazo de Kicillof y mirándolo a la cara le dijo: “Le agradezco al gobernador profundamente el esfuerzo y la solidaridad, no lo vamos a olvidar”.
Hay sintonía fina, feeling entre ambos. Comparten generación y son profesionales de la política. Juegan, a la vez, a hacer toda la política que no hace el gobierno nacional. En la cabeza de Kicillof se impone la idea de ocupar los espacios que Nación abandona. Si la salud de Chubut requiere ayuda, van ambulancias. Si Santa Fe necesita más seguridad, van patrulleros. Y así.
En lo que refiere estrictamente a narcotráfico, ambas gestiones se comprometieron a trabajar a dúo en materia de tecnología, información, análisis e inteligencia de bandas narco criminales. “No vamos a triunfar contra el crimen organizado de manera desordenada”, señaló Kicillof. “Contra el narcotráfico no hay banderías políticas”, avaló Pullaro.
Similitudes y diferencias entre Maximiliano Pullaro y Axel Kicillof
Los dos gobernadores rubricaron el marco, pero el contacto entre ambas administraciones continuará y se profundizará. Hay un compartir en seguridad, también en economía, como reveló Letra P en Expo Agro. De ahí a que se amplié a otros sectores de la cancha es un enigma, porque así como hay coincidencias también hay divergencias.
Las diferencias quedaron bien expuestas cuando Kicillof se metió solo a evaluar la gestión del presidente Javier Milei, en su discurso y en las preguntas de periodistas. El bonaerense volvió a rechazar el Pacto de Mayo, recordó que nadie del Gobierno le consultó sobre el tema. “Nadie me consultó, no es un pacto, es un contrato de adhesión. Si te ponen una hoja ya escrita sin posibilidad de cambiar una coma…”, apuntó.
En ese tramo Pullaro no le pudo hacer la segunda. El radical acompaña el llamado de Milei, quiere abrir una instancia de discusión y ampliar el temario, pero avala la convocatoria. “Hay una gran confusión, no es pacto y no es de mayo, hoy está en una nebulosa”, insistió Kicillof.
El santafesino procuró, casi todo el tiempo, conciliar, rescatar la mirada común de ambos. “La Argentina está como está porque los que tenemos miradas distintas perdimos la capacidad de dialogar. A pesar de pensar distinto, estamos dispuestos a escucharnos”, ponderó, yendo por la positiva.