El envío a la Legislatura de 42 pliegos de jueces y juezas destinados a cubrir vacantes en el Poder Judicial, que se perfilaba como el primer conflicto de la transición santafesina entre el gobierno saliente de Omar Perotti y el electo de Maximiliano Pullaro, tuvo este lunes al mediodía un giro que calmó las aguas. Desde la Casa Gris confirmaron que el paquete de nombres fue retirado por medio de un decreto girado a las cámaras.
La comunicación oficial se produjo en la cúpula. Fue con un llamado de Perotti a Pullaro, en el cual le adelantó lo que minutos después, ya sobre el mediodía y con mayores detalles, le iba a transmitir la ministra de Gobierno, Celia Arena, al diputado radical Fabián Bastía, portavoz de la posición de Unidos en relación a los concursos de jueces. Arena volvió a detallar cómo se hicieron los concursos y los criterios que habían aplicado para elaborar los pliegos.
El legislador fue quien encabezó, el mes pasado, el rechazo por parte de la Asamblea Legislativa de 29 de un total de 48 propuestas de fiscales y defensores. En esa ocasión, el argumento que explicitó Bastía en el recinto de sesiones fue que se pretendía tener un “análisis general de lo que está ocurriendo en la Justicia” y trazar un mapa de necesidades y prioridades.
En esa asamblea, Bastía ya había adelantado que si el Ejecutivo avanzaba con nuevos envíos de pliegos, estos no iban a ser tratados. Sin embargo, apuntalada en el reclamo de la Corte Suprema y el Colegio de Magistrados y Funcionarios del Poder Judicial para saldar vacantes en los tribunales, la ministra de Gobierno, Celia Arena, avanzó igual.
A esa situación se sumó un decreto del gobernador designando a una docena de secretarios y secretarias en Juzgados Comunitarios de las Pequeñas Causas en diversas localidades –en estos casos el nombramiento es potestad del Poder Ejecutivo–, lo que provocó el enojo de la oposición.
Después llegaron las elecciones generales, el triunfo de Pullaro y la convocatoria a la primera reunión oficial de transición. Será mañana, a las 16, y como gesto de buena voluntad, el primer conflicto latente fue despejado.